Diálogo Nº 54418
Diálogo iniciado en el artículo El caso del cliente aparente
Tuve un «cliente aparente». Venía de una «mala experiencia», dominando cierta terminología, alabando mi (supuesta) profesionalidad y otorgándome, por ello, rienda suelta.
Todo era falso. Finalmente, tras cinco propuestas, confesó que quería que le mezclase tres dibujos que había sacado de unos bancos de logos, con los colores que tenía en mente (sus favoritos, quizás...).
Lo mandé con el arte finalista de la imprenta donde fuera a imprimir las tarjetas.