Diálogo Nº 43396
Diálogo iniciado en el artículo Diseño y nuevas reformas estatales en Cuba
Será que el diseño está condenado al mundo de las mercadorias y no en la solución de problemas que atañen al mundo real, como hablaba Papanek en su libro diseñando para el mundo real. Al estar Cuba inserta en un modelo socialista con todo lo que ello implica, existía la posibilidad de dedicar los esfuerzos del diseño a la solución de problemas reales, y no en la creación de necesidades para satisfacer el consumismo característico del modelo capitalista. Infelizmente la dinámica del mundo es diferente a la de las utopías.
Así es. Lamentablemente pareciera ser que el diseño (o lo que quiere el mercado hacer del diseño) se empeña en ser un mero eslabón del mercado. Crear caras atractivas y seductoras a productos y servicios, pareciera ser para muchos la función principal (sino única) del diseño. Escuho constantemente a diseñadores rogando porque el mercado nos abra esa bendita "puerta". El diseño es una herramienta para visibilizar mensajes de diversa índole. La comunicación es mucho más que persuación. Es un tema para ser discutido de una vez por todas por el bien de la profesión.
Hoy en Cuba el individuo común puede abrir su negocio y ganar su sustento como trabajador autónomo (el salario de 25 USD que propone el Estado no cubre las necesidades básicas). Esta forma de actividad económica pone nuevos puestos de trabajo, bienes y servicios a disposición del pueblo. Los diseñadores cubanos, cuyas competencias son a veces desperdiciadas, podrán insertarse en esta dinámica, no necesariamente como herramientas para estimular el consumismo sino elevando la calidad de vida del pueblo, y contribuyendo a la "solución de sus problemas reales», tras 25 años de crisis y carencias.
