¿Puede el diseño predecir reacciones del público?
Diálogo iniciado por Luciano Cassisi en el artículo Diseño y colonización de experiencias (o la vida en la marca)
Tal vez haya entendido mal, pero por si acaso dejo unas notas sobre la capacidad del diseño de marca de construir identidad.
El diseño de una marca gráfica no «crea la identidad» de la marca a la que representa. No es el diseño el que construye la identidad, sino el uso recurrente del signo el que eventualmente podría llegar a convertir a su diseño en un aspecto de la identidad. Aclaración fundamental: no confundir identidad con imagen. Identidad es autopercepción, imagen es percepción pública.
Más probable, aunque en una medida muy baja, es que el diseño del signo marcario pueda construir imagen. Digo en una medida baja porque, en ese menester, en comparación con el cúmulo de acciones y mensajes concretos de la organización, el diseño de la marca gráfica tiene un peso ínfimo. En muchos casos directamente nulo.
Cuando dices que «Mediante la adecuada creación y disposición de elementos formales, la marca deviene moderna, tradicional, fiable, etc»., debo aclarar que no funciona de ese modo. Para que el público se crea eso que algunas marcas (pocas) logran expresar someramente mediante su aspecto, debe haber una correlación con la realidad efectiva de la marca. Dos casos típicos que lo demuestran:
1) marcas que logran instalar sus valores positivos a pesar de que los significados que expresan sus signos marcarios los contradicen contundentemente.
2) marcas con signos marcarios de estilo muy neutro pero con con valores instalados que estos no expresan para nada.
Identificar no es crear identidad, ni tampoco es construir imagen: es identificar.
En primer lugar, gracias por el comentario. Completamente de acuerdo en que no es lo mismo «identificación» que «identidad». En el texto me refiero (cuestión que cabe aclarar) a que el diseño contribuye a crear las condiciones de posibilidad para que se cree la identidad. La construcción de la identidad corporativa sobrepasa, por supuesto, la función inmediata del marcaje y tiene que ver con el resultado de la interacción de lo que la empresa hace, como resultado de les decisiones estratégicas y de las actuaciones realizadas que son significativas para su público. La intención del articulo (hechas las precisiones anteriores) es la de evitar cualquier esencialismo. El diseño no se limita a dar conocer unos caracteres previamente existentes, sino que contribuye tal vez a la construcción de una connotación, cosa que, como dices, en algunos pocos felices casos se consigue.
Gracias por responder.
En cualquier caso, creo que cualquier construcción que pudiera lograrse no sería mérito del diseño (la acción de proyectar), sino de su puesta en funcionamiento (del uso concreto del producto diseñado, más allá de su diseño). Recién entonces es cuando la organización interactúa con el público y puede aspirar a construir algo (la organización, no el producto diseñado).
Y volviendo al tema central, la reflexión anterior me hace cuestionar idea de «crear condiciones de posibilidad..». ¿No sería más llano y preciso decir que el diseño crea «recursos para facilitar..».?
«Crear condiciones de posibilidad» me suena a indagación complejísima en las profundidades de la mente del público para predecir sus reacciones; mientras que «crear recursos facilitadores» suena claro y realista.
Un cartel, un envase, una marca gráfica, son recursos que facilitan unos objetivos previos a la tarea de diseñar. Entonces... ¿es el recurso diseñado el que crea las condiciones..., o las condiciones empiezan a crearse al menos antes de que se detecte la necesidad de solicitar un diseño?