Mieryterán Giménez Cacho sobre Diseño mexicano: la emancipación del penacho y el nopal (35795)
Diálogo iniciado por Diego M. Mieryterán Giménez Cacho en el artículo Diseño mexicano: la emancipación del penacho y el nopal
El problema, en mi opinión, no radica tanto en el uso de motivos con referencias al pasado. Sino cómo esos motivos son reducidos a una caricatura y utilizados para contar una historia de nuestra identidad en extremo simplificada. El concepto de identidad mexicana basado en estos clichés suele ocultar procesos discriminatorios y colonizadores que desgraciadamente siguen operando. El rechazo a estos clichés muchas veces implica la imposición de otros igual de caricaturizados, pero importados. La identidad es un proceso, no un hecho, ni una forma.
En efecto, lo indeseable es la caricatura mal hecha, el pasquín nacionalista que no ayuda a la identidad, que la prostituye y la rebaja El nacionalismo revolucionario llevó a la exaltación de la artesanía mexicana, en algunos casos más próxima a las apariencias que a las esencias, a la demagogia que a la descripción sensible de la realidad. Quedan pendientes las preguntas ¿Cómo los productos pueden tener el carácter contemporáneo y al mismo tiempo identidad nacional? ¿Cómo sería posible traducir la rica herencia de las artesanías al diseño industrial sin caer en la caricatura?
La búsqueda de una identidad preconcebida me parece un objetivo banal, futil. Cualquier cosa diseñada hoy será contemporánea, cualquier cosa hecha en méxico por méxicanos (whatever that is) será mexicana. Pero esto es asunto sin importancia. Lo importante es qué tipo de problemas estamos resolviendo, qué tipo de diálogos generamos y con quién.
Se defiende más al objeto artesanal que a los creadores, depositaria del conocimiento ancestral, o su forma de vida. Si nos ocupamos de dar voz a quienes son marginados de la historia hegemónica, estaremos construyendo identidad real, compleja, mutante.
Perdóneme usted. No cualquier cosa diseñada hoy es contemporánea. No cualquier cosa hecha en México por mexicanos nos representa (mucho menos una copia) y esto sí es importante en tanto puede posicionar un producto en el mercado internacional. Ante una cultura globalizante las diferencias son importantes. Piensa local actúa global. ¿No lo cree así? mi querido amigo de kilométricos y rancios apellidos.
Perdonado. Y cierto, desde el estilo y las tendencias, no todo tiene «carácter contemporáneo». Pero esa categoría ayuda poco a entender el mundo objetual y sus relaciones de manera más amplia, pues discriminar entre un supuesto pasado y presete/futuro a partir de códigos formales. Si co-existe hoy, es con-tempo-ráneo. Por otra parte, objetos como los de PinedaCovalín se fabrican hoy, pero son profundamente anacrónicos.
Valoro inmensamente las diferencias locales, pero no tanto como valor de mercado, sino como herramienta eco-social para la supervivencia, el aprendizaje, el crecimiento.