¿Cómo mejorar la percepción del valor que aportan los diseñadores gráficos en América Latina?
Diálogo iniciado por Joaquín Eduardo Sánchez Mercado en el artículo Con los pelos de la burra en la mano
Las universidades educan en la materia a cursar, ya como te ubiques en la comunidad, lo que cobres por tus servicios, es otro cuento. No imagino que se le enseñe a un médico cómo vender su trabajo, relacionarse o poner una clínica o un consultorio, o a un filosofo, psicólogo, abogado, etc. Normalmente se te prepara para saber y ser, no para los fines personales de cada quién. El problema del diseño gráfico de Latinoamérica, es que no vivimos en el primer mundo y las grandes empresas son trasnacionales que ya vienen con su imagen y publicidad elaborada, o esta pasa obligadamente por agencias de publicidad sucursales de agencias extranjeras, como es el caso de México y solo repiten o siguen lineamientos ya dictados. Las empresas del 1er mundo destinan un porcentaje de sus ganancias para publicidad. Las empresas latinoamericanas no, o escasamente. Los diseñadores del 1er mundo ganan bien porque la economía es diferente y para proyectos propios se necesita un capital que muchos no tienen.
La educación académica es una base de la cual partir, de ahí cada quien elige su camino y de qué otras herramientas hacerse. Mi texto plantea el hecho de no estar esperando a que las empresas de ajenos nos resuelvan la vida. El problema con el diseño gráfico y otras profesiones en Latinoamérica no es que no estemos en el primer mundo, sino que nuestra mentalidad sigue siendo de tercero. Grandes empresas de "primer mundo" empezaron con muy poco capital, pero creyeron en su proyecto. Al final lo que intento compartir es, que el campo de acción de los diseñadores no necesariamente debe estar reducido a brindar un servicio a otros, sino aprovechar los conocimientos para generación de proyectos propios y que no necesariamente estén dedicados a ofrecer servicios de diseño y/o publicidad. Quizá cuando haya más empresas lideradas por profesionales en la comunicación, y apliquen sus conocimientos en ellas, habrá una mejor percepción del valor de nuestra profesión. Gracias por comentar. Saludos!
No creo que la diferencia sea la mentalidad, hay que ser realistas, las personas del primer mundo tienen otro tipo de medio ambiente, tienen otro estatus, hasta un carpintero es bien valorado y recompensado, pocos tienen un título y viven bien. Aquí ni con maestría y doctorado en diseño, logras gran cosa, salvo casos honrosos. Si estás escribiendo esto quiere decir que sabes en donde estás ubicado. Quienes pueden hacer lo que tu propones no será ni el uno por ciento, pero espero que lo logren. Por otro lado, hay que mirar alrededor nuestro y ver que la mayoría de los objetos no se diseñaron en nuestros países, salvo muy pocos, no porque no tengamos la creatividad, sino porque no se nos permite. La maquila, la mano de obra y la venta de materias primas, o caso el turismo, las remesas son la fuente de ingresos principales. Gracias por contestar.
Precisamente si vemos que no tenemos libertad creativa, ¿podemos generarla nosotros, para nosotros? Hay quienes creen que no y quienes creemos que sí. Te agradezco tus comentarios y el debate, hace que el artículo se enriquezca con diferentes perspectivas. Un saludo.