Cómo influye la pareja en la forma de vestir

En una cafetería, tal vez en uno de los lugares más acogedores al oeste de Cali, sin darme cuenta comencé una conversación con dos mujeres que dio lugar a la siguiente reflexión. Me resultó curioso que siendo ambas de la misma edad, de la misma ciudad y con rasgos psico-sociales algo parecidos, las dos tenían un outfit¹ totalmente distinto, enormemente opuesto. Una de ellas aclaró que «es por la personalidad». Pues bien, sin desacreditar esa respuesta, aproveché para escudriñar en lo profundo de la vida de cada una de ellas.

Así llegué a uno de los miles de aspectos que hacen que esa personalidad se incline más hacia un determinado estilo de vestir. Descubrí que las relaciones sentimentales que se tuvieron alguna vez o que actualmente se viven, son, para muchos, causantes del estilo al vestir; pues los ritmos de vida, los círculos sociales y familiares de la otra persona, influyen constantemente en los comportamientos. Veámoslo en un caso hipotético:

El sujeto «A» de 25 años y el sujeto «B» de la misma edad, han comenzado relaciones sentimentales. El sujeto «A» sale con una mujer 10 años mayor que él; profesional, empleada en una buena empresa, exitosa, con auto y casa propia. Mientras el sujeto «B» sale con una chica 9 años menor; estudiante universitaria que aun vive con sus padres.

«A» posee un estilo particular muy parecido al de «B»; es decir, acorde a su edad. Sin embargo «A» comienza paulatinamente, en forma inconsciente, a vestir camisas en vez de t-shirts, pantalones de dril en mayor proporción que jeans. Dejara de lado los tenis y se interesara por construir una imagen más elocuente, seria y madura. Vivirá más deprisa los procesos de transición entre el estilo sport, casual y formal, pues este debe de impresionar no solo a su pareja, que no lo deja de presionarlo, sino que debe de impactar a su suegra, cuñados y amistades.

El sujeto «B» por el contrario, viste t-shirts cuello V, luce colores brillantes, jeans descaderados muy rasgados y tenis sin agujetas: un outfit reggaetonero (por mencionar alguno). Debe impresionar tanto a su pareja, que no deja de presionarlo, sino también a sus amistades adolescentes.

Después de un tiempo, ambos cambian radicalmente su estilo al vestir.

En gran parte de los casos, estos cambios influenciados por la pareja son positivos, pues crean un look diferente que hace que se vean muy a la moda. Pero en otros casos, los outfits pueden estar tan mal compuestos que las personas lleguen a verse ridículas y fuera de contexto.

No necesariamente debe de existir una diferencia considerable de edad para que se produzca la influencia. Lo que hace que una persona sea el influyente o el influenciado, depende mucho del concepto de admiración. El cambio en la manera de vestir por influencia de la pareja también es consecuencia de que, cuando se comparte el tiempo con una persona, las costumbres, los gestos, los comportamientos y los gustos, son fácilmente absorbidos. Por lo general uno de los dos se convierta en el modelo a seguir del otro.

En resumen, sea por presión, admiración o manipulación, las relaciones de pareja influyen no solamente en nuestro comportamiento, en nuestro trabajo, sino que ejercen ademas una influencia importante en la manera en que nos vestimos. Esto no es algo ni negativo ni positivo, pues si este cambio —o esta influencia inconsciente— logra mantener nuestro corazón feliz, bien vale la pena dejarse influir.

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