Educando a clientes y diseñadores
Diálogo iniciado por Alejandro Camelo en el artículo Carta del diseñador al cliente
Oh Diseñador que dentro del campo laboral te toca cumplir con lo que te digan! aún no soy un experto pero desde mi experiencia, en la educación que recibo veo a muchos de los maestros como clientes, clientes que no les gusta como diseño y empiezan a impartir su «sabio» conocimiento, creo que debemos los diseñadores y todos aquellos que estan en el medio del diseño empezar a absorber y de manera dialógica como lo señala Alfredo Gutíerrez, entender y dar solución a los clientes. Creo que mas educar a los clientes es tambien educarnos a nosotros mismo como diseñadores dialógicos.
una cosa es un maestro como cliente y otra la realidad .... cuando salgas al ruedo conversamos!
Concuerdo vida profesional=nuevos retos, pero la época de estudios no es «irreal»; discrepo con esa metáfora. Mundo laboral o (exterior), comprendo y acepto, pero «la realidad»,¿acaso en la academia somos irreales? que yo sepa no somos gnomos, tiny toons, sirenas, o unicornios (aunque algunos lo parezcamos), ni supongo eras tú irreal mientras estudiabas. Para mí Alejandro y su generación en Iberoamérica, son reales y válidos interlocutores desde ahora (además la «realidad«exterior a la academia, quizás sea distinta no sólo en Argentina y en Colombia, sino para cada persona y en cada caso) ¿no?
jajajajaja tiny toons
Alfredo, mi formación universitaria fue en Colombia, soy de Medellín, diseñadora industrial de la Universidad Pontificia Bolivariana, y durante muchos años profesora de la misma universidad y «jurado» de entregas de proyectos de diferentes materias en la facultad.
No es que en la academia somos irreales, pero no estamos frente a la realidad de un cliente, convengamos que una cosa es un profesor y otra muy diferente es un dueño de una empresa.
la diferencia es muy clara por ejemplo cuando estas pilotando un avión en la academia con el instructor al lado y otra cuando tienes que pilotarlo solo.
¡Eres nuestra embajadora!,gracias por responder (aun así Bogotá y Medellín varían, y aún Universidades en cada ciudad, o cursos de una misma U. en distinta época).Es sensato cuanto planteas,mi «pataleta» es por la expresión: llamar «realidad» a la vida laboral (salvo que diferenciemos realidadeS académica y laboral) torna tácitamente irreal la vida educativa.Lo de vuelo,piloto e instructor aplica, pero el aprendiz aporta al diálogo: si como adulto digo al niño de 7 años, cuando crezcas hablamos pareciera que una vida lineal comienza en la adultez y hasta entonces él no cuenta. Ways of see...
y bueno, el niño de 7 años va a tomar su niñez, adolescencia todo lo que vas a darle como consejo, cuando sea adulto va a tener una realidad va a salir al ruedo de la vida! o acaso no te paso a vos?
Entiendo lo de tu pataleta, pero es la realidad la vida laboral, cuando se estudia se vive en un «limbo» donde lo que diseñas si bien esta planteado para una realidad esta sobre bases conceptuales, en la vida «real» es otro cuento, producción, costos, y un montón de cosas que intervienen en cada uno de los productos, incluyendo el cliente.
Totalmente de acuerdo con Alejandro, desde el momento en q nos vemos enfrentados a tomar decisiones por nosotros mismos, como estudiantes dueños de un propio proyecto, el cual conocemos e investigamos desde una perspectiva más cercana que alguno de nuestros profesores(clientes) deberíamos tener la potestad de decisión junto con el dialogo y percepción del profesor (cliente), muchas veces la arrogancia y jerarquización del conocimiento hace q sea menos valido el punto de vista del estudiante.Creo que no es necesario esperar salir al ruedo para comenzar a tomar nuestro posición como diseñadores.
Como escribe Sebastián, casi toda generalización comporta para mí alguna inexactitud, claro que me pasó algo similar(no lo mismo) Margarita, mas cada niño de 7 años cuando lo asumimos como interlocutor desde su «realidad» nos enseñará muchísimas cosas.... siempre fui cauteloso de aquellos giros cuando hablamos a otros como si estuvieran en etapas anteriores(la linealidad es engañosa) que ya «hemos superado», niños y niñas de 7 años hoy, no son los de mi generación (ni siquiera la del año pasado),ellos toman nuestros consejos, pero ¿que tanto aprendemos de ellos?a la «realidad» todos aportamos.
De acuerdo con Alfredo, nosotros como diseñadores somos capaces de ver realidades que de cierta forma no todos logran percibir, pero los niños de 7 años como lo hablan son capaces de ver aún mas cosas que los diseñadores «expertos» no son capaces de ver, no descartemos la forma de pensar de otros por que no tienen la experiencia que se requiere para hablar, muchas veces la ingenuidad es sinónimo de innovación. Creo en el diseño participativo, y que debemos tejer redes de conocimiento através de éste para generar diálogos que nos permita innovar en lo tangible y lo inntangible (conocimiento).
Así es, desafortunadamente es común en los que se dicen «MAESTROS» sabios omnipotentes que no permiten opiniones, apelaciones, e interlocuciones; que de realizarse podrían llegar a ser granes booms en el diseño, se dedican a «educar» bajo la tendencia en la que ellos fueron educados, sin tener en cuenta que el diseño es creación es innovación y esa magia se puede encontrar en todos los seres humanos, no necesariamente en el que tiene el título colgado en la pared.