Diálogo Nº 46479
Diálogo iniciado en el artículo Tlahuitoltepec: diseño y arte de los pueblos originarios

El artículo y el caso de las blusas de Tlahuitoltepec me incitan a reflexionar sobre las consecuencias que trae consigo la ignorancia del significado y poder de las palabras. Artesanía (latín) «artis-manus», arte con las manos; no nos tendría que parecer ofensivo referirnos a tan bella labor indígena con esa palabra; lo triste y denigrante ocurre cuando olvidamos y perdemos el interés por saber más allá y nos acostumbrarnos a subestimar, desvalorar, empobrecer las aportaciones creativas de los pueblos indígenas; pesamos que el «arte» sólo es valioso si viene de fuera y se expone en una galería de NY y no nos da vergüenza regatear el trabajo de un hombre Oaxaqueño (por citar un cuento «Canastitas en serie» B. Traven. Canasta de cuentos mexicanos) o al artista huichol Santos de la Torre (documental Eco de la Montaña). Debemos resignificar la palabra artesanía para no olvidar que esos objetos no están hechos sólo con las manos sino también con el corazón y el alma de una comunidad.