El futuro del diseño editorial: contenido, tecnología y creatividad
Diálogo iniciado por Ne Gerón en el artículo Nuevos paradigmas del diseño editorial
Muy interesante, en efecto lo hemos visto venir, llegar... estos cambios tecnológicos tan abrumadores para mi generación (por lo que implica la posibilidad de vernos obsoletos en conocimiento) y tan evolutivos para los nuevos diseñadores que se han formado ya en redes de comunicación digital son innegablemente el futuro de «YA», en realidad es muy rápida la era digital... espero me toque ver mucho de lo que se haugura en el primer video :D
Pues en México aún no -dentro de poco seguro ;>)- pero uno los más innovadores en este campo es Editora Abril, en Brasil. Toda su producción está comenzando a correr sobre censhare, y es un file reflejo de ese primer video. En España pasa igual con, por ejemplo grupo Anaya. Lo más interesante de esto Ne, es que nadie queda obsoleto, pues la tecnología lo único que hace es separarar la tecnología del continente y el contenido. Y ese continente es el que hay que crear, y no sólo uno, sino ¡¡decenas!! . Más trabajo para diseñadores, menos para maquetas -lo siento por estos últimos :>(-
»Mover cajas» es diseñar información, lo hagas para una plantilla o en una diagramación convencional
Bueno también hay quien opina que la gastronomía es un arte -puede tener sentido en el caso de Adriá, Arzak, etc- pero cuando yo me hago unos huevos fritos, comparar mi humilde pitanza con un cuadro de Picasso...A veces mover cajas es... Mover cajas. :-)
Es abrir un melón interesante ese de la cocina y el Arte ;) Entiendo que la maquetación, según tu opinión, está entonces fuera de la disciplina del diseño; con esa premisa, poco se puede decir. Quizás tienes razón y el diseño se ejercita en campos de mayor exigencia compositiva y la historia de todas esas eficientes maquetas que han marcado la lectura, economía, ergonomía y estética de lustros de cultura impresa sean... si no diseño, bueno, otra cosa... puede ser, sí.
Al contrario, la maquetación debe ser diseño... Cuando se necesite. En el 90 % de los casos, es pura rutina; recibe un word, copia, vuelca, ajusta, y espera a que el editor decida que cambios introducir. Un maqueta debería dedicarse al ajuste fino. Y eso, también lo puede hacer un diseñador. Y con un poco de aprendizaje, un editor. Lecturabilidad, ergonomía, estética, son deciciones del chef, no del pinche. Lo que observamos en el sector, es que desaparece el pinche. Los únicos imprescindibles son el cocinero y el comensal.
Creo que el fallo está que no compartimos mismos significados para esa tarea. Otras intervenciones ayudarían a dilucidar más; para no acaparar el foro yo sólo decir que integro la maquetación en el mismo proyecto editorial que el editor, traductor, ilustrador, etc. El chef no podría ofrecer la experiencia culinaria sin cocineros que no pinches. Yo esa distinción sólo la entiendo en el marco de esta plataforma que nombras y que, efectivamente, deja la tarea de mover cajas resuelta.
Nos ha gustado lo culinario...me alegro ;). Yo integro en el mismo proyecto además promoción (catálogos, web, redes sociales) administración (gestión económica -traducción, fotomecánica, corrección-), monitorización de datos (visualización)... gestión de publicidad en el caso de revistas y webs... Dyson, es un buen ejemplo Enlace :International sales literature, packaging, stickers, posters, shelf talkers, business cards, User guides; todo lo que ves de ellos, está realizado con una de estas plataformas... ahorran tiempo, dinero, recursos, su información es 100% fiable.
creo entender que... al hacer diseño editorial (en revista) bien puede haber aún trabajo de sólo maquetación digital entendiendo claro que no sólo un diseñador colabora en ella (estos se dedican a diseñar el artículo sólo en sus respectivas páginas). El maquetador en este caso sería quien compendie los diseños en un solo archivo... o ¿me equivoco?
realmente Ne, sería al revés: se diseñan todas las salidas, y el maquetador hace, si fuese necesario el «afinado final» para cada canal. En un 90% de los casos no es necesario.
Considero el tema un poco más desafiante que el solo «diseñador multiplataforma». Por supuesto que el mundo editorial que conocemos se viene desmoronando. Tal lo indica el cierre de la cadena de librería Borders, que incluso Barnes&Noble esté analizándolo, o ejemplos en Chile, como con Qué Leo. El tema es el modelo de negocio que debe adaptarse. El ejemplo de Flipboard es claro: el usuario se «hace» su propia revista. El diseñador debe entender hoy que su papel trasciende al de maquetador y debe ser capaz de integrar contenidos en modelos de negocios flexibles. Orsai de Argentina es un ejemplo
Efectivamente, Gabriel, el cambio no afecta sólo al diseño, a los libros, al modelo de negocio tradicional. Invito a visitar Enlace, donde decenas de intervenciones hablan sobre la necesidad del cambio, y de los «little or big does» necesarios para volver al camino de la sostenibilidad (industrial, social...) Puede parecer que no tiene nada que ver con diseño, pero ¿para qué estamos los diseñadores, sino para solucionar problemas?. El problema es el modelo de negocio, no que la gente lea menos -falso-, quieran piratear todo -falso- y que ese pirateo «robe» beneficios -falso-
Miguel, también concuerdo contigo. El diseñador hoy es un integrador de contenidos, un editor creativo. Por ello es que el verdadero desafío se encuentra en la formación de los diseñadores, donde regidos por la multiplataforma, sean capaces de entender que los conglomerados editoriales tienen los días contados y que hay respuestas y oportunidades divergentes y creativas. Esa capacidad de cambio es algo que debemos -los responsables en la formación- insistir y potenciar en las actuales generaciones. Y en nosotros mismos, claro.