Diálogo Nº 14755
Diálogo iniciado en el artículo Mis malos maestros de diseño
Independientemente de la voluntad, pasión o calidad tanto de profesores como alumnos, creo que otra arista del problema (al menos en la enseñanza del diseño industrial) es la paradoja de que la mayoría de los profesionales que se dedican a la docencia, son aquellos menos interesados por el ejercicio de la profeción.
Así -si bien ser un buen diseñador no significa ser un buen docente- la transferencia al alumno es mucho más pobre y se acota la libertad de proyecto, solo a lo que el profesor conoce.