Diálogo iniciado por Mauricio Carpinetti sobre:

Ezequiel Montero Swinnen
La muerte del plagio
La obsesión por la originalidad de los diseños carece de validez teórica y entorpece la práctica cotidiana de la profesión, en una época dónde no puede existir el puro creador individual.
Mauricio Carpinetti
Ahora bien, llevado al ejercicio de la profesión: ¿cómo se haría para cobrar una idea que no es propia?, el cliente nos podría argumentar: si esa idea no es tuya, ¿Por qué habría de pagarla, si la puedo buscar y copiar de otro lado?
Y por otro lado, si la creación no es novedosa,¿como seria susceptible de ser registrada –derecho de autor, marca, modelo industrial,de utilidad, invento- y por ende poder percibir regalías por su reproducción o explotación comercial?
No seamos ingenuos, ser propietarios de nuestras ideas es lo único que nos autoriza a ofrecerlas y cobrarlas como servicio de diseño