Diálogo Nº 47659
Diálogo iniciado en el artículo El talento en el proceso de aprendizaje del diseño
Carlos, de acuerdo casi en todo!
Doy clases hace varios años y puedo enfocar, a esta altura, dos "enemigos" en el proceso de enseñar diseño: el talento y la originalidad. Es evidente que hay estudiantes más dúctiles que otros pero eso no significa en absoluto que el abordaje proyectual de cada problema (trabajo práctico, en la enorme mayoría de los casos) no sea un punto de partida común a todos, igualador. El talento se aprende y, en caso de que nos seduzca la idea de lo innato, se alimenta. Se pone en cuestión; se lo desafía.
El otro gran cuco es la pretensión de originalidad. Esa batalla perdida de antemano (nos es imposible acceder al origen, por lo tanto siempre recreamos lo hecho por otros, antes que nosotros) que varios estudiantes pretender dar, intentando descubrir la pólvora cada vez, cuando en realidad lo importante siempre es qué decir, desde dónde decirlo y cómo. Esta tríada nos abre un abanico casi ilimitado de posibilidades. Y ahí radica la riqueza del diseño.