Roho sobre El diseñador ciudadano (44129)
Diálogo iniciado por Irvyn Roho en el artículo El diseñador ciudadano
Hablando por parte de los estudiantes; creo que somos el eslabón más volátil de todos.
He visto en el pasado mes cómo crece el interés por el tema de los desaparecidos, he visto también la formación de grupos estudiantiles pseudorevolucionarios, escudados en el liketivismo en redes sociales donde su "protesta" se vuelve una mofa con caricaturas informativas y memes. "Hacer conciencia" parece un estandarte que justifica cualquier tipo de exposición de carteles, flash-mob, marcha pacífica, etc. ¿Para qué? es una pregunta que no muchos se atreven a hacer. ¿Entonces qué hago? Definitivamente la respuesta no está en irse a tomar selfies en la marcha, si no siendo un ciudadano ejemplar.
Como bien dice Fernando, en cuestión de verdadera protesta y verdaderas acciones, no somos diseñadores, ni carpinteros, ni artistas; somos mexicanos hasta que hacemos algo por serlo.
No todos los que van a una marcha lo hacen para tomarse el autorretrato correspondiente. Hacer una demostración tangible de masa crítica es válido para que quienes ostentan la hegemonía sepan que a pesar de los medios de comunicación cooptados y de la legalidad nominal de sus actos, tarde o temprano la gente se entera y se indigna. Más de una vez los malos gobiernos han terminado dando su brazo a torcer frente a una ciudadanía que ejerce presión en la calle. Ser un ciudadano ejemplar pero callado no es suficiente.
Gracias por el comentario Irvyn. Gracias por el comentario Germán. Precisamente, son los estudiantes de México a quienes se les criminaliza, por jóvenes y por que se les quiere negar el derecho a protestar contra un futuro incierto o la desaparición forzada de sus compañeros. Además de estudiar, aprender a diseñar es el primer objetivo de formarse como diseñador. Que participe en otras actividades depende de sus convicciones y valores, pero la escuela debe recuperar su promesa básica: estudiamos para ser ciudadanos no solamente consumidores. Los estudiantes son «el jardín de nuestra alegría…»