¿Qué es el concepto en diseño gráfico?
Diálogo iniciado por Marioisrael Sánchez en el artículo El concepto como texto pragmático
La comprensión del concepto como punto de partida para el desarrollo de proyectos aclara la vía de comunicación del diseñador hacía el cliente, justificando decisiones y acotando el alcance de la resolución del problema. Esto facilita enormemente la enseñanza del diseño y el cumplimiento de los objetivos de algún proyecto. Sin embargo, en mi experiencia, tanto en el ámbito profesional como académico, he encontrado que la falta de comprensión del propósito del concepto puede resultar en 3 desaciertos: (1) que el diseñador pueda ver limitada su capacidad creativa por apegarse a un concepto obsoleto impuesto por el cliente (que con la experiencia se conseguirá una mejor negociación); (2) que el concepto se llegue a formular con tal ambigüedad y extensión que cualquier componente o forma que tome el diseño sea justificable; y (3) por último, que el concepto se identifique como creatividad; el concepto es una idea, pero no existen ideas creativas (así como tampoco se puede patentar una idea), es la selección, proceso y desenlace del desarrollo de un encargo, en conjunto con el concepto, lo que resulta en creatividad.
Buen tema del cual debatir, saludos!
Lo que no me queda claro es por qué el concepto facilitaría la enseñanza o el cumplimiento de objetivos de un proyecto. ¿Podrías ampliar? ¿Qué sería el concepto? ¿Podrías dar un ejemplo?
Lo interesante aquí es el hecho de que nos resulta muy familiar, valga la redundancia, el concepto del "concepto", mencionemos muchos usos, inclusive pros y contras, pero cuando tratamos de definir aquello de lo que hablamos, nos quedamos con que "el concepto es una idea."
Y aquí podemos ahondar por lo que entendemos por una idea, con lo cual entramos en diversos campos según el enfoque propio del diseñador, ya sea que se analice la problemática desde el punto de vista semiotico, lógico, psicológico e inclusive ontológico.
Esto deriva en la pregunta de si el diseño tiene que tomar de referencia el marco teórico de otros campos de estudio para fundamentar sus decisiones, o el diseño, apoyado de estos, puede generar uno propio.
El concepto, dede mi punto de vista, es el nombre que recibe la fuente de inspiración. Para los más teóricos es más que clara su existencia y definición, para otros, los más viscerales, el concepto forma parte de su ser, de su manera de expresarse, sin seguir necesariamente un guión.
La identificación de ese ingrediente previo al desarrollo de un proyecto de diseño se vuelve esencial, tanto para la enseñanza como para el planteamiento de algún proyecto profesional.
Un ejemplo sería el concepto "robusto", el cual puede definir características estéticas y características técnicas como pesado, macizo, duro, etc. Cabe mencionar que existe, por lo tanto, un concepto rector y adjetivos, que llegan a definir requerimientos tanto estéticos como técnicos.
Evidentemente se podrán aportar conceptos mucho más abstractos y otros más figurativos que el ejemplo anterior, y no necesariamente el proceso creativo sería más o menos profundo.
Claro Mario, pero existe infinidad de trabajos de diseño gráfico que no requiere ninguna inspiración. Sin embargo, siempre hay un concepto, como dije, y como dices, aunque sea inconsciente. Pero si ese supuesto concepto no funciona siempre como inspiración, volvemos al mismo punto, pues ya no podemos definir al concepto como fuente de inspiración. Además, hay trabajos en los que ni siquiera se necesita inspiración (más de lo que solemos creer). Obviamente que también hay trabajos en los que sí se necesita inspiración. Pero esos trabajos que no requieren inspiración, igual, siempre responden a conceptos, incluyen conceptos.
Coincido con Nico: no somos capaces de definir «concepto» en Diseño Gráfico. Pero es curioso que, sin poder explicar con precisión qué es, sí podamos afirmar que es necesario para la enseñanza y para el trabajo profesional.
Resulta curiosa la relación de la inspiración con el «concepto».
Bajo estos supuestos, podríamos afirmar que toda solución de un diseñador responde a un «concepto», pero no por eso, ésta necesariamente es a su vez una solución "de diseño".
Quizá, al no definirlo y dejar que nuestros propios prejuicios (o del cliente), le den forma, dejamos que nuestra labor pase de creativo a un simple "operador de mouse". Por otro lado, hay proyectos que pueden considerarse bien ejecutados sin la necesidad de pensarle demasiado.
Esta "inspiración" pasaría a ser nuestra necesidad de cercanía, en relación a la distancia o familiaridad con el «concepto» en cada caso, siendo aquellos proyectos sin necesidad de ésta, los más cercanos a nuestros prejuicios, o en todo caso, la evidencia de nuestra poca responsabilidad profesional.