Meave sobre Educación para la vida, educación para el diseño (23779)
Diálogo iniciado por Gabriel Meave en el artículo Educación para la vida, educación para el diseño
[Respondiendo al comentario de John Moore, ya que el sistema de comentarios falló y no me deja continuar abajo:]
¡El dedo en la llaga, John! ¡Auch! Cierto, también en México y creo que en gran parte de nuestra incipiente Latinoamérica. Muchas escuelas de Diseño sólo piensan en aumentar su matrícula y sus colegiaturas, sin preocuparse de si los alumnos podrán ejercer el oficio o no, o si lo que aprenden contribuirá a la sociedad una vez graduados. Gran parte de la «educación del diseño» es una falacia, sino es que una estafa. Triste pero cierto.
Mi apreciado Gabriel eso es en buena medida el tema que pretendo tratar, es increíble que se piense en la creación de diplomados o especializaciones, cuando no se ha resuelto lo fundamental, contar con un «sistema» que establezca las bases fundamentales de los estudios de diseño, que determine el perfil ideal del docente, que establezca cuales son las habilidades reales que debe tener un graduado en diseño, que esté a tono con la realidad laboral y sea un ente modelador de esa realidad, en función de beneficiar tanto a los que ejercen el digno oficio del diseño como a la sociedad en general.
Los bajos honorarios y la base del contrato, que no incluye vacaciones, es una de las razones por las cuales muchos profesionales de calidad no participan en la educación del diseño. Ante la carencia, los centros de educación del diseño contratan, a sueldo menor, a recién graduados carentes de conocimiento y experiencia. La proliferación de graduados que egresan mal preparados y en proporción desmedida, maltratan y desmejoran un mercado ya abatido por la mediocridad. En Venezuela no existe ninguna institución educativa que no sea responsable por este estado de cosas.
Por experiencia sé, que para convocar a un buen grupo de profesionales del diseño a ser participes de una comunidad educativa, hace falta mucho más que dinero, tener un proyecto coherente, disfrutar de un ambiente cultural amplio y libre, facilitar y promover el contacto entre diferentes protagonistas del área como el intercambio internacional, promover worshops, charlas foros y congresos, ayudar a establecer normas de convivencia, incentivar la ética, claro está, mucha vocación y amor por el diseño. Más que cuerpo, más que infraestructura, hace falta vocación, entrega, en fin ponerle corazón.
Al parecer muchos factores como los señalados conspiran. Como director de escuela, sabe usted muy bien a los que me refiero, buscarle correctivos a eso, a esa llaga, es no seguir propiciando el desmejoramiento del mercado y así ayudar a la colectividad a convivir en su entorno, que es la razón de ser del diseño y su educación. El mundo necesita de profesionales competentes, la escuela es fundamental, me gustaría ver estas ideas, no en bellas palabras preñadas de buenas intenciones sino, en la práctica.