Bolsos y accesorios con raíces sudamericanas

Preambolivia es la empresa creada por la diseñadora Claudia Oporto, boliviana, quien hace tres años decide producir bolsos y accesorios para mujeres con marca y nombre propio.

En un Mercado saturado por una gran oferta de moda en todas las escalas y grandes competidores en marca o volumen de producción, el gran desafío era encontrar un nicho de Mercado capaz de valorar el diseño concebido como una oferta única y de valor desde un país como Bolivia, que nunca se ha caracterizado en ser un referente de moda o diseño.

Sólo hizo falta mirar hacia atrás y hacia adentro, para encontrar en las raíces de antiguas culturas que habitaron Bolivia, como los Tiahuanacotas —la cultura más Antigua de todo el continente— o los Incas, una herencia colorista e iconográfica impresionante de la que hoy Bolivia es heredera. La utilización del color como una iluminación a las áridas planicies altiplánicas en las que no es difícil encontrarse con ventanas o puertas de viviendas pintadas de colores vibrantes; sin embargo el punto más alto está en las vestimentas y los tejidos que deslumbran por la mezcla eufórica y a la vez medida de colores y tonos, combinados con destreza, ritmo y frecuencia. Colores plenos que van degradándose hasta convertirse en otros totalmente opuestos, fríos y cálidos con intervalos lineales que modifican la percepción cromática tradicional. Es así que los bolsos y accesorios que Claudia Oporto diseña para su marca «Preambolivia», son una propuesta ancestral y actual, colorista y sofisticada y sobre todo única desde el corazón de Sudamérica como un regalo de la diversidad para el mundo.

Algunos de los diseños de Preambolivia hoy se venden en Holanda. La diseñadora cuenta que al tener algunas reuniones con potenciales compradores, estos le recomendaron que trabajara en colores más neutros dado que el europeo nórdico no estaba acostumbrado a esas combinaciones tan efervescentes. Sin embargo, y como la realidad supera la ficción, se hizo un primer envío con un 80% de bolsos en colores tradicionales con pequeñas iluminaciones de color. La respuesta del mercado fue que los bolsos que se agotaron correspondían al otro 20% de la oferta, la de mezclas desobedientes y revoltosas. El aprendizaje es claro, existe en la creación una magia insospechada, capaz de conmover inclusive a los más conservadores.

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