¿Qué significa la falta de intención sobre la diferenciación de las marcas?
Diálogo iniciado por Bernardo Enriquez en el artículo Diseño chido
Frecuentemente pienso en este mal. Sin duda somos un país de emprendedores, basta con ver cómo estas zonas sub-urbanas están llenas de comercios fundados por gente con ganas de superar su situación económica. Algunos comercios incluso trascienden generaciones, sin embargo, no hay cultura sobre lo que es la marca. Desde el naming, "Papelería Lupita", ya hablamos de una carencia de intención sobre diferenciarse. En otros casos hay intención, pero no hay "gusto".
Últimamente he tratado de formular cómo sacar provecho comercial de esta situación para mi agencia de branding (en Cancún), la cual de hecho se llama Marchante y está inspirada en toda esta cultura pueblerina del comercio aparentemente improvisado. Sin embargo el tema de ¿cuánto cobrarles o cómo hacerlo benéfico? es donde no logro encontrar una respuesta clara y que valga la pena ejecutar. Al final del día pondría en riesgo el tiempo empleado en un mercado al que parece no importarle este aspecto.
Lo chido es chido.
Lo que nos acabas de comentar es de una verdad a prueba de suspicacias, es decir, a la gente de las calles no les interesa mucho si ya hay 5 millones de neverías "La Michoacana" o 20 millones de Abarrotes "Don Pepe" o 10 millones de merenderos "Mi Lupita"; existe cierto ánimo de reincidencia que sólo como mexicanos (o latinoamericanos) nos podemos explicar y que valiendo madre que al lado de tu negocios existan franquicias perfectamente planificadas de Oxxo, Starbucks o Taco Inn seguiremos reincidiendo en lo mismo, por cierto "La Michoacana" es franquicia (aunque tengo entendido que no todas...). Hace no mucho charlando con un cliente (PyME) que tiene una tienda de mascotas, me comentó que prefería exhibir el alimento de perro en canastas y al alcance del público (para venta a granel) pues así le daba un aspecto más de tienda de "barrio". Lo cual me hizo entender la esencia de muchos de estos negocios, con lo cuál podríamos deducir toda una tesis de mercadeo...
Saludos.
Amigos aqui les hablo desde Venezuela y la cosa por la que pasa el urbanismo Venezolano es la misma decadencia o incluso peor, Aunque si hes verdad que en algunos pueblos de Venezuela si hay personas que entiende que significa una buena identidad empresarial y afortunadamente he visto algunos negocios que se esfuerzan o intentan diferenciarse. La cosa es que nuestros pueblos; son eso PUEBLOS, donde quieren ser amistosos unos con otros, todos se conocen. Hay que enfocar nuestro estudio de mercadeo de una menra en que estas personas les brindemos una buena imagen corporativa CON HUMILDAD, porque eso es lo que ellos quieren: no aparentar ser más que los demás sino formar parte de una sociedad que se quiere y se entiende así misma como una sola, esa el la verdadera cultura urbana de la mayoría de los latino americanos.
Hola Daniel, sin ánimo de ofender a ningún emprendedor me pregunto si esta aparente humildad n0 será más bien el poco soporte mercadológico, el ahorro ahorcador (sin vistas hacia el crecimiento) y la completa ignominia acerca de economía de mercados... Todo un tema a discutir. Saludos.
Saludos Roberto, tienes un buen punto, esto tambien depende de que tipo de personas estemos tratando, la cosa es que depende de que tipo de objetivos tenga el emprendedor a la hora de ahcer un negocio, si es solo un negocio para poder comer las tres comidas al día, o crear un empresa con ambiciones de crecimiento a de cubrir una necesidad de potenciales consumidores, o simplemente le gusta lo que hace. Por otra parte las cosas en
Creo también que cada metodología de diseño se acoplará de manera adecuada al modelo económico en cada caso. ¿Qué quiero decir con esto? que la situación económica en los distintos países hará que se moldee los métodos y prácticas del diseño y otras disciplinas a cada caso. No podemos replicar una metodología de los Estados Unidos en Turquía o una metodología de Paris en Venezuela o México.
En tanto se dan estos ideales de lo que debe ser el diseño y otro lo que en verdad puede ser, sin embargo, al margen de los contextos económicos, la teoría y aplicación de los principios diseñísticos podrá ayudar sustancialmente al negocio en productos o servicios. Pensemos simplemente en los recursos con los que se contaba en la primera mitad del siglo XX y veremos qué incluso en países ricos eran bastante modestos comparados con lo que se cuenta hoy... y no por eso fueron deficientes o inútiles.
Recibe mis saludos Daniel.