Mario Fernando Uribe

La experiencia es conclusión más que intensión, eso con el fin de dejar al diseño alejado de las posibles manipulaciones derivadas de la cultura del consumo (no significa que no se involucre), es decir, el diseño con lo suyo facilitar, mejorar enriquecer, acercar... Plantea el campo mismo desde su esencia, una particularidad por comprender mejor a las personas a las que se debe y en ese proceso, acercar mejor una condición para que esta sea entendida, aceptada, usada en beneficio, casi siempre de alguien. Por eso creo que el diseño de Experiencias es una conclusión y no una intensión.

Considero que a partir de la definición de Papaneken, Design for the Real World, hay mucho por trabajar, entender le diseño como campo que articula y relaciona los objetos cotidianos y nuestras capacidades sin distinguir posibilidades o limitaciones, es allí donde esta el trabajo. Hacer y planear soluciones cada vez más cercanas, intuitivas y racionales para las personas. el escenario que vivimos en medio de la Pandemia, es el laboratorio para identificar lo posible que es usar o no las cosas dela cotidianidad digital, esto como ejemplo.

Maestro Costa, un gusto leer el planteamiento que hace sobre la información que explica. Desde el lado que me toca como académico, el diseño de información es acción para hacer que los esquemas narren lo que toca. Hemos definido aspectos que fundamentan la formación de los diseñadores comprendiendo los límites y posibilidades que conforman los procesos cognitivos como base y avanzamos en identificar en la síntesis visual y el concepto la posibilidad de hacer mejores esquemas desde la perspectiva de los diseñadores como responsables de la factura de la forma.

Usted ha sido referente en varios espacios de mi curso, Revisaré en detalle su libro y le escribiré nuevamente.

Creo fundamental ampliar la discusión y reconocer cómo lo dice el artículo, que el diseño para todos, no es sólo el que se refiere a la dimensión arquitectónica, las escuelas de diseño tienen la obligación de reflexionar sobre la inclusión y la mitigación de esfuerzos innecesarios. Así plantear nuevos paradigmas para los diseñadores y su relación con las responsabilidades con la sociedad.

Interesante discusión en un entorno hostil que espera que las profesiones liberales se adecuen a los cambios de la digitalización e inmaterializacion de las cosas. El diseño como diseño, cuenta con un cuerpo disciplinar que le permite acomodarse a los nuevos desafíos, los apellidos son el problema en este momento, reflexionar sobre ello implica saber el momento en que se deba especificar la expresión del diseño, por ende llevar apellido. El mercado laboral debe también saber que las cosas han cambiado y la revolución industrial ya pasó, estamos inmersos en una nueva revolución y a esas exigencias hay que responder. ?

El articulo trata de poner el foco en una realidad aparente, sin embargo desconoce los antecedentes de un campo en formación que requiere comprender sus bases para construir su fachada. Los fundamentos son, eso, fundamentos, por eso se deben enseñar y lo demás, son aspectos que deben ser estudiados para comprender las relaciones existentes entre los fundamentos y la aplicación, por eso el diseñador en formación estudia desde la perspectiva del proyecto como se inscriben los objetos (reales o efímeros) en contextos diversos. Lo otro son los soportes que cambiaran siempre, la formación del diseñador debe propender por la versatilidad y capacidad de adaptación. No creo en la obsolecencia general y ramplona de los currículos de formación en diseño, seguro existen unos mejores que otros, pero la region en particular se esfuerza por comprender los fenómenos partícipes de nuestro campo, hay que formar en los diseñadores el fundamento en la investigación, así no pasara lo aquí planteado.

El ʼdiseñoʼ como campo o disciplina puede ser más fácil de comprender que si lo hacemos desde las múltiples aplicaciones del mismo -Industrial, Grafico, de Comunicación...- lo que si es cierto es la manera como todas las aplicaciones del diseño comparten maneras, metodologías y formas de validación de sus resultados, lo que permite entrever, por un lado elementos comunes y por otro qué hay un núcleo teórico compartido que soporta los procedimientos empleados para generar soluciones diversas a problemas de una sociedad concreta. Lo anterior deja ver que si ya sabemos que compartimos el Núcleo y que este asu vez se permea de otras disciplinas como lo anota Rutiñio García, ya iniciamos la consolidación de un estatuto epistemico propio que al menos delimita lo común y permite entrever lo diferente.

Necesitamos seguir investigando y escribiendo desde el diseño y para el diseño para poder comprender mejor las maneras como el diseño actua y resuelve problemas de la sociedad.

Importante reflexión que busca acercar a la realidad el oficio de la visualización (la actividad de quien diseña) con la intensión de hacer inteligible algo (quien observa) y permite para el campo, comprender mejor el asunto que convoca a las infografías encasilladas aveces, en el mundo de la ilustración (respetuosamente hablando)

Interesante exposición de una realidad que atañe a todos los diseños y en particular al de comunicación. La responsabilidad social en el diseño pasa por el vector de la accesibilidad, y es responsabilidad de nosotros diseñadores contribuir con el proceso de concientización de su importancia ante nuestros encargos (los clientes).