Félix Beltrán

Sorprendente noticia. Se pretende sustituir el posicionado diseño que identifica a la ciudad de Nueva York, el cual evidencia además de otras positivas asociaciones, el amor por ella. De nuevo un político, desde su poder, intenta aplicar una decisión que resultará un fracaso, más todavía desde una posición populista. Espero que nunca el alcalde de Nueva York requiera de una intervención médica porque podría hacer una encuesta entre el público y los turistas de esa ciudad para validar si fuese o no necesario realizarse una operación, pues a iniciativa de alguno de ellos, sin más conocimiento que su preferencia y estado de humor, pudiera aprobar tal acción sin el conocimiento suficiente en medicina por parte de esa persona y el evidente perjuicio del paciente. Las actitudes represivas sólo han alentado lo que se aspira hacer desaparecer, como ocurrió con ciertos libros quemados o con la práctica de una pintura, reflejo de la crisis social, que fue acusada de degenerada, aunque su intensión verdadera fuese hacer la denuncia durante el periodo Nazi. Como el diseño de I love New York está en todas partes, tendrían que transcurrir bastantes años para que pudiera tener el mismo nivel de difusión, y que sería evidente en una comparación que ésta no trascendiera la anterior. Espero que los dúctiles asesores del alcalde de Nueva York, sean capaces de no adular esta propuesta que se convertiría en un error, la cual nunca se olvidaría por parte de nosotros los especialistas del diseño, como de todo el público.