Giulliana Laborde

Crear un diseño o proyecto sostenible, no quiere decir que no logre su estética o pertinencia. Uno de los retos que brinda es el desarrollo de la creatividad al momento de solucionar una problemática visual o social, además de otorgar un valor característico y transcendencia. Como lo mencionaba Rob Zarzosa, un diseño sostenible no es un diseño sin estética y si este carece de armonía es por falta de investigación en el tema.

Muy buenos consejos, pues el bloqueo creativo es muy ocasional. Por lo general es necesario abandonar la rutina y empaparse de nuevas experiencias que tal vez conlleven o "le atinen" a la idea o proyecto; por ejemplo, mi mejor tarea para estos casos es coger un taxi y recorrer la ciudad, leer cada cartel, observar y captar posibles gestos de la gente, realmente funciona salirse de la zona de confort.

Excelente artículo. Laborar cualquier profesión con conciencia social debe ser un principio ético. En el caso del diseño, aporta al desarrollo de la creatividad encontrando soluciones innovadoras al momento de presentarse una problemática ya sea visual o social, da relevancia y un valor significativo; además de crear una estrategia y diseño sostenible.

Gracias por este aporte tan importante como profesional, diseñador y ciudadano.

Este artículo me cayó como anillo al dedo. Soy estudiante de Diseño, toda mi infancia y adolescencia la viví en un cantón a 2h de la gran ciudad. Al momento de mi elección universitaria no dudé en mudarme. Ahora que estoy por culminar mi carrera es común esta pregunta: ¿Ejercerás allá? y la respuesta es un reto. Repensar en la posibilidad de generar un cambio a nivel gráfico y comunicacional en mi ciudad de origen es más bien un desafío sociocultural, pues se desconoce sus alcances y el amplio campo que este tiene. Como bien lo mencionaba Mariana, hay mucho por hacer, desde la valorización del diseño hasta su accesibilidad (en estos pueblos o pequeños ciudades no tan desarrolladas) que no es poca pero si ajena.

Este artículo es muy emotivo. Coincido en que nuestra etapa de infancia vamos palpando nuestro terreno, estimulando nuestras capacidades y adquiriendo destrezas las cuales forman la parte más importante de nuestro desarrollo; asimismo nos concede una herencia cultural, que es un diferenciador, al que debemos muchos de nuestros gustos, creencias e inclinaciones, la predisposición y vocación hacia una futura profesión. ¡Lindo relato!