Diálogo Nº 25945
Diálogo iniciado en el artículo Carta del diseñador al cliente
Yo no veo negatividad en que el cliente cuestione lo que está comprando. Como dijo Alejandro, el diseñador debe estar preparado y argumentar; tener herramientas para debatir con los demás. No se trata sólo de sacar el título o ejercer la profesión para decir «yo tengo la razón». Como cuando compramos un litro de leche y miramos la fecha de vencimiento. Las preguntas y las dudas no tienen nada de malo; lo malo llega cuando éstas nacen a ciegas por cualquiera de los dos bandos. Si el cliente cuestiona, y el diseñador no tiene respuestas más allá de su propio ego, batalla perdida. Saludos.
Por sobre todas las cosas: la economía, no queremos que nos hagan repetir un trabajo que sirve, para remplazarlo por uno que no sirve, para luego al final (nos pasa la gran mayoría de las veces) volverlo a remplazar de nuevo por un hibirdo entre lo que uno hizo y lo que el cliente quiere. Por sobre el ego está la necesidad de y el deseo de que no le hagan a uno perder el tiempo y asi poder hacer valer los peniques cobrados.
Este artículo No es para disedñadores, es para el cliente, y es una de las herramientas usadas para argumentar, para educar y convencer al cliente si fuere necesario