Diálogo iniciado por Lobo Estepario sobre:

¿Soy o no soy un buen estudiante?
Método sencillo de auto-evaluación, para estudiantes universitarios de diseño gráfico.

Creo que se entiende el planteo de fondo, y me parece que está muy vinculado al "tipo" de estudiantes promedios que están transitando el nivel superior de educación y que vienen formateados con otras prácticas y otras dinámicas. Ahora, pautar dicotómicamente el buen-mal alumno de Diseño Gráfico a partir de una catequésis de preguntas, nos va a dar un resultado muy reduccionista. No es "responder" las preguntas, sino "generarlas". Ahí hay un universo muy amplio, no existe un único recorrido, porque los parámetros nos guste o no, han cambiado.

De acuerdo. Hay múltiples maneras de vivir y de entender el mundo. Hay múltiples éticas sociales, predilecciones culturales y posiciones ante la profesión. Nadie puede jactarse de ser universal. Hay quienes adhieren al "cambio de parámetros" y quienes lo cuestionan. Yo soy de los segundos: por mucho que haya cambiado el mundo, yo no concibo un diseñador inculto.
Todos tenemos el derecho a reivindicar nuestros valores. Yo tengo los míos y los defiendo. Escribo para quienes los comparten o pueden llegar a compartirlos. Para los demás hay una lista inmensa de escritores.

Creo que todos coincidimos en que nadie quiere diseñadores incultos. El punto es que el concepto "culto" ya quedó en el pasado, es un concepto momificado. Es importante abrir el matiz de análisis para no reducir, como señale antes ¿Qué es "buena música"? ¿Mozart? ¿Ismael Serrano? ¿Joaquín Sabina? ¿Serrat? ¿Raphael? ¿Michael Jackson? ¿Shakira? ¿Zapato Veloz?.... por eso digo que es no el hecho de "responder" correctamente, sino de aprender a preguntar.

La curiosidad, el natural deseo de aprender.
En lo particular me agrada esta cita de la película "Wonder Boys" de Michael Chabon:
"Terry Crabtree: Es reconfortante saber que los niños estadounidenses te tienen como maestro.
Grady Tripp: Nadie le enseña nada a un escritor. Diles lo que sabes. Les dices que encuentren su voz y se queden con ella. Dile a los que lo tienen que sigan haciéndolo. Diles a los que no lo tienen que sigan así porque esa es la única forma en que van a llegar a donde van. Por supuesto, ayuda saber a dónde quiere ir. Ayudar a mis alumnos a darse cuenta de eso ... eso y Sara ... eso es lo que hizo que estos últimos años valieran la pena."
El diamante reposa en el corazón de la piedra, a veces los profesores ayudamos motivando, enseñando 3 o 4 cosas que nuestra experiencia ha confirmado, el resto es obra de la voluntad, del deseo de aprender.