Diálogo Nº 23703
Diálogo iniciado en el artículo Ser o no ser jurado, he ahí el dilema
Los premios son un mal necesario. En un país tan pobre en su trayectoria en diseño, el Lápiz de Acero es uno de los únicos puntos de referencia y como tal nos permite por lo menos medirle el pulso al diseño nacional. Aunque no siempre compartamos sus decisiones, creo que este ha sido el único premio que se ha caracterizado por su objetividad y consistencia como registro válido de la actividad. Lamentablemente, parafraseando al autor, en nuestro entorno el diseño a veces se parece mas a un festival de la canción o peor, a un reinado de belleza.
Difícil tarea para los jurados, sean quienes sean.