Diálogo Nº 42486
Diálogo iniciado en el artículo ¿Qué venden las escuelas de diseño?
Sigo sin creer que la academia sea el final, la última palabra, creo firmemente que cada diseñador se traza su propio destino y aprende lo que quiere (o lo que puede) y descubre su verdadera vocación en el proceso. Creo que el problema es más bien social. El diseñador sigue siendo un personajillo que "sabe hacer monitos", no un solucionador de necesidades sino un embellecedor del entorno. Mientras sigamos encajados en este imaginario colectivo, las universidades seguirán graduando artistas opinionados en todas las carreras del diseño.
De acuerdo, debemos ser más necesarios en la solución de problemas de nuestro entorno y serios en nuestras posturas y políticas profesionales. Gracias Angela, un saludo