Lara Perea sobre Lufthansa, ¿mejor o peor? (49897)
Diálogo iniciado por Luis Jaime Lara Perea en el artículo Lufthansa, ¿mejor o peor?
Me gustó el artículo pues confronta dos perspectivas en cuanto a los argumentos para la toma de decisiones en identidad marcaria. Pero no comprendo el porqué tiene que ser de un sólo color y no de dos. Lo importante es que funcione proporcionando a la marca una diferenciación eficaz, la cual es más efectiva con ambos colores. Ahí es más difícil que otra marca se apropie de su paleta.
Según la hipótesis planteada ¿van a esperar también la reducción a un color la identidad de MasterCard y luego Pepsi cuando es precisamente la combinación de ambos colores lo que les proporciona identidad y diferenciación?
No seamos tan puristas y comprendamos que las decisiones de diseño obedecen a la cultura visual del momento y que son eternamente cambiantes. Por lo menos esto lo ha comprobado la historia.
Lo mismo pienso, los dos colores le dan vida, elegancia y variedad. No me gusta la idea de que «las cosas deben ser así», las normas. Eso limita la creatividad y las posibilidades de buenos, variados resultados, frescos, nuevos o conservadores pero con toques contemporáneos. El diseño siempre cambiará, se actualizará en todos sentidos.
El otro aspecto es insistir en juzgar y enjuiciar con ligereza el trabajo de profesionales.
Me disculpo por no haberme expresado con claridad. No hay ningún inconveniente con que una marca utilice más de un color como identificador. Lo que digo es que si la marca, fuera de sus signos marcarios, desea contar con el recurso del color como identificador y utilizarlo como fondo con gran presencia en su comunicación, le conviene que un color en particular cumpla esa función (más allá de que pueda estar acompañado por otro u otros). Hay pocos casos de marcas que utilizan más de un color en ese sentido. MasterCard no utiliza el color como fondo, como tampoco lo hace Google, cuyo logotipo tiene 4 colores. Mi apreciación aplica solamente a los casos en que se utiliza el color como fondo y como identificador. Shell es un caso más interesante porque sí utiliza el color como fondo para identificarse, especialmente en sus estaciones de servicio. Ahí se puede ver con claridad que el amarillo siempre tiene mayor presencia que el rojo, operando en consecuencia como color corporativo dominante.