Diálogo Nº 24601
Diálogo iniciado en el artículo Leonardo da Vinci usaba Mac
¿Tan mal estamos espiritualmente como para cosiderar esa frase final como reveladora?: «No os conforméis, seguid buscando, seguid hambrientos, seguid alocados»... Ese mismo concepto se viene escuchando y leyendo -casi de igual redacción- hace miles de años por distintas filosofías, religiones y revolucionarios (de los verdaderos)... Todavía me sorprende el poder del marketing. Cuando leo a los ferbientes y ciegos amantes del «dios McJobs» me viene la imagen de los estudiantes «sin rostro» cayendo en la picadora de carne en la magestuosa obra The Wall de Roger Watters.