Diálogo Nº 51412

Esta plática esta muy interesante, tanto Jorge como Joaquin manejan argumentos muy válidos desde sus perspectivas. Ahora mi punto es que la búsqueda de la calidad es un ejercicio de vida, parte de la filosofía personal; en ese sentido es algo en la vía Zén. La sociedad industrial nos ha traído productos de calidad - óptima, buena, mediocre - pero eso define su grado de calidad desde la elaboración, confección, y la tecnología que se esta desarrollando promete productos cada vez mas al borde el asombro. Nadie duda que los suizos elaboren relojes de calidad, con sus bemoles. Pero en un diseño, en una obra intelectual, la calidad es casi intangible," in dimensionable", perdón por el adjetivo improvisado. La obra de Neruda es conceptualmente perfecta, de gran calidad, lo que fue avalado con un Nobel; la obra del universal Jorge Luis Borges es asombrosamente perfecta, bajo mi humilde criterio y lo digo como hincha a rabiar de su obra, pero nunca fue avalado con un Nobel y creo que ello se debe al formato de sus obras. Pero en todo caso, nadie puede dudar de su magistral trabajo. Por ello creo entender que la búsqueda de la calidad, y la expresión de ella en el trabajo, es un quehacer cotidiano, es una labor difícilmente descriptible, como todo lo humano.