Diálogo iniciado por Pau Ricart sobre:

La trivialidad y sus requisitos
Cómo darse cuenta cuando a uno le toca diseñar un producto que es un verdadero «bodrio».

Como diseñadores, si nos toca que trabajar con unos de estos productos «triviales» que son un engaño para el consumidor, e incluso pueden llegar a perjudicar su salud por falta de medidas de seguridad o uso de materiales tóxicos deberíamos decir NO a estos trabajos, aunque haya mucha crisis, aunque no haya trabajo... nosotros podemos colaborar en hacer desaparecer estos artículos fraudulentos, imitaciones, etc...

Claro, pero: ¿quién le pone el cascabel al gato?
¿Quien desiste de un encargo profesional con la que está cayendo?. Saludos desde Barcelona!