La incertidumbre como variable del proyecto
Ante los grandes retos del futuro las escuelas de diseño tienen que preparar futuros diseñadores que no eviten la incertidumbre.
AutorDaniel Cid Moragas Seguidores: 6
EdiciónMarcio Dupont Seguidores: 70
- Opiniones:
- 1
- Votos:
- 5
El pasado 16 de septiembre publiqué en FOROALFA el artículo «Nuevos retos de la educación del diseño», intentando dar respuesta a uno de los comentarios generados por un lector, ha surgido este nuevo artículo. El comentario reclamaba a los profesores de las escuelas de diseño una actitud activa en un momento de importantes cambios como el actual. Un momento donde se están produciendo a gran velocidad nuevas relaciones entre la sociedad y su entorno, que nos llevan hacia escenarios aún desconocidos. Grandes incertidumbres que reclaman, esto es cierto, diseñadores capaces de pensar estratégicamente y no de manera programada. Mentes que, como diría el pensador francés Edgar Morín, no eviten la incertidumbre sino que precisamente la inviten como una variable del proyecto. Los paradigmas de la simplicidad o la «inteligencia ciega», nos dice este autor, difícilmente nos permitirán superar los nuevos retos de la desigualdad, la sostenibilidad o la crisis.
Con esta voluntad de superar los límites para hacer emerger nuevas realidades, precisamente el diseño se ha vuelto imprescindible en todo planteamiento estratégico que busque soluciones ante los nuevos retos. Incluso, para dar respuesta a estas nuevas exigencias, los ecosistemas de trabajo de los diseñadores se han vuelto más complejos. Menos formales, más cooperativos, más globales, aprendiendo a trabajar conjuntamente para diseñar las mejores soluciones posibles para una vida cotidiana con más calidad en todos los sentidos. Ser diseñador es por lo tanto algo cambiante porque el contexto sobre el que se actúa también cambia constantemente.
En ese contexto el papel que juegan las universidades también es clave para el diseño, pues deben ser espacios para compartir y poner a prueba el nuevo conocimiento. Deben ser entornos de discusión crítica, lugares donde experimentar los límites de las propias capacidades creativas, propositivas, tecnológicas, etc. Deben ser espacios donde aprender a convivir y dialogar con el error, el riesgo, el compromiso y la incertidumbre. Deben ser archivos de experiencias contenidas en los proyectos que surgen de las aulas y alimentados por los casos-estudio que allí se debaten. Un conocimiento que de manera incuestionable tiene que partir de la imprescindible implicación con las personas y contextos donde el diseño interviene.
En esta relación de casos que generan situaciones de aprendizaje también debemos incluir la biblioteca. Tal y como defiende el arquitecto Josep Quetglas, en las bibliotecas están los mejores profesores del mundo, siempre disponibles a cualquier hora. Desde estos lugares específicos del conocimiento, que pueden ser físicos y virtuales, podemos revisar lo que ha existido y prefigurar lo que esperamos del futuro. Las universidades son también una base excelente para generar nuevo conocimiento desde el proyecto.
¿Qué te pareció? ¡Comparte tu opinión ahora!
- Opiniones:
- 1
- Votos:
- 5
Este video podría interesarte👇👇👇
Colabora con la difusión de este artículo traduciéndolo
Traducir al inglés Traducir al italiano Traducir al portuguésEste artículo no expresa la opinión de los editores y responsables de FOROALFA, quienes no asumen responsabilidad alguna por su autoría y naturaleza. Para reproducirlo, salvo que estuviera expresamente indicado, por favor solicitar autorización al autor. Dada la gratuidad de este sitio y la condición hiper-textual del medio, agradeceremos evitar la reproducción total en otros sitios Web.