Diálogo Nº 32831
Diálogo iniciado en el artículo Cuando el plagio no es plagio
El problema es muchas veces (e invito a los participantes del foro a comentar sus experiencias), cuando llegas donde el cliente y te saca una página y te dice «esto quiero, sólo cámbiale..». y frecuentemente es otro logotipo. Recuerdo que en la escuela de diseño nos hablaban sobre «educar al cliente» y que nuestro trabajo va más allá de diseñar para el cliente, sino identificar de una forma integral sus necesidades de comunicación y gestionar las soluciones. Pero hay clientes que, o les haces el monigote que te enseñaron, o simplemente ¡estás despedido! (antes de comenzar)
Entonces tu le dices al cliente que te niegas para protegerlo A EL porque igual te tiene que pagar tu trabajo pero cuando le llegue la demanda por infracción de marca también le va a tener que pagar al dueño original y de todas formas tendrá que dejarla de usar.