Gargallo sobre Crítica al rediseño de BBVA (51709)
Diálogo iniciado por Jordi Gargallo en el artículo Crítica al rediseño de BBVA
Pues a mi me gusta.
Después de leer pocos argumentos a favor y muchos argumentos en contra, me gusta.
La mayoría de argumentos parecen querer justificar lo injustificable o lo que no precisa justificación.
El diseño es una disciplina poco académica que apela constantemente a las emociones y no tanto a la racionalidad.
Seguro que la mayoría de colegas dedicados a la enseñanza que imparten clases teóricas pero que profesionalmente se enfrentan a pocos casos reales con pedidos reales de clientes reales, no cuentan a sus alumnos que esta profesión se basa en la aplicación sistemática del sentido común y del buen gusto, armados ambos sobre unos mínimos fundamentos teóricos que permiten una progresión disciplinada y racional de ese sentido común y ese buen gusto.
Si esos fundamentos teóricos se agrandan desmesurada e innecesariamente, podemos asistir tanto a la justificación de un trabajo injustificable como a la crítica de un trabajo correcto.
Cerrarlas no. Replantearlas, seguro que si.
Por experiencia afirmo que se aprende muchísimo más trabajando de aprendiz en un despacho real con trabajo y clientes reales que asistiendo a clases de ilustres teóricos instalados en preciosos fundamentos que nunca se enfrentaron a ningún encargo real.
Claro, pero no se puede generalizar. No todos los docentes carecen de experiencia profesional. Y la experiencia profesional tampoco garantiza conocimiento avanzado. Sí conocimiento básico, obviamente. Hay cosas que solo se pueden aprender en la práctica, pero ninguna profesión puede avanzar demasiado si no produce conocimiento avanzado, especializado. Los profesionales, por exitosos que sean, no dedican tiempo a la reflexión, porque eso no tienen nada que ver con su negocio. Podrá haber una excepción cada 10000 (siendo generosos). ?
Por otra parte, ninguna carrera de grado genera especialistas. Las carreras de diseño gráfico son generalistas y, por lo tanto, no tienen la función de formar nuevos profesionales más avanzados que los existentes. No podrían aunque lo intentaran.
Lo que está faltando son profesionales dispuestos a especializarse. Los docentes que forman diseñadores podrán no ser perfectos, pero no es por ellos que los profesionales no están logrando una práctica que genere valor real y tangible para sus clientes y para la sociedad. La responsabilidad de especializarse para poder avanzar y ofrecer servicios cada vez más eficaces es de los profesionales.