Cómo diseñar productos sostenibles

La Red de Diseñadores con Conciencia Social (RED DCS) organizó, antes de la pandemia, un encuentro sobre sostenibilidad —también mencioinada como sustentabiliidad— con videoconferencias e intercambio de preguntas. Aquí se exponen alguna de las conclusiones de dicha actividad para profundizar en una temática relevante en el presente: los productos sostenibles en el contexto de contaminación ambiental.

1. Sostenibilidad no solo es medio ambiente

Generalmente se asocia al término sostenibilidad solamente con el cuidado del entorno ambiental. Sin embargo, esto es solo una parte del problema en el que confluyen diferentes aspectos. La sostenibilidad involucra a la sociedad, al medio ambiente y también a la economía. Un producto puede utilizar materiales adecuados y de bajo impacto en la naturaleza mientras el fabricante mantiene los empleados en malas condiciones laborales, generando una contradicción que atenta contra el concepto mismo de «sostenibilidad». Representados en círculos, la sociedad, el ambiente y la economía tienen solapamientos en los que se define lo equitativo, lo viable y lo soportable.

2. Características generales de un producto sostenible

Una de las maneras de iniciar un análisis sobre un producto sostenible es pensar en su materialidad. Algunas preguntas son: ¿cual es el origen del material que voy a utilizar?, ¿cómo fue producido? y ¿dónde va a terminar?

Hay materiales que solo son sostenibles en apariencia, pues se presentan como tales y tienen oculto o disimulado un proceso de producción poco amigable con el medio ambiente o de mano de obra vinculada a la explotación de personas. Muchos también se presentan como productos «ecológicos» sin que nos preguntemos cómo y dónde se generó el material.

En Argentina cuatro ejemplos claros de productos sostenibles son los bolsos de BOP generados a partir de la reutilización de mangueras para incendios tras cumplir su vida útil. También las lámparas de NOT OFF hechas con filtros de aire de camiones y colectivos (autobuses) descartados, con pequeñas intervenciones como cortes o pulidos. Tras la reutilización surge un nuevo producto. BUNA fabrica macetas a partir de la molienda de neumáticos, generando pequeñas fibras que se amalgaman de nuevo a su nueva función. La diferencia entre reutilizar y reciclar es que en el último caso se necesita un proceso productivo para obtener una nueva materia prima. Por su parte, ECO-MUEBLES fabrica muebles de cartón con alta resistencia conforme a la lógica de construcción, incluso soportando el peso de alguien sentado.

Lo ideal en un producto sostenible es que puedan aprovechar al máximo las propiedades del material y utilizar la menor cantidad posible de pegamentos y adicionales quizás innecesarios si se respeta su lógica constructiva. ¿Qué propiedades sugiere el material? Si demanda un proceso de muchos pasos será poco sostenible. Implica pensar los encuentros de manera creativa, y no emparchar con pegamento si es que se puede resolver de otro modo.

3. Proceso de elaboración de un producto sostenible

NOT OFF, la marca creadora de lámparas con filtros de aire de colectivos, propone comenzar el proceso a partir de la observación. En su caso, encontró la utilidad del objeto en la calle, analizándolo, viendo sus propiedades y generando posteriormente convenios con líneas de colectivos de Buenos Aires para abastecerse. Los filtros de metal tienen una durabilidad muy amplia que conviene aprovechar en algo nuevo. En muchos casos, lo sensitivo, la experimentación en taller y el «juego» funcionan mucho más que el bocetado directo en abstracto. La trama de los filtros generan un efecto interesante con el paso de la luz.

4. Presentación de un producto sostenible

Debe ser una comunicación simple y sintética. Generalmente los creadores no están al lado de sus obras, por lo que el producto debe hablar por sí solo y ser comprendido por cualquier persona. El concepto debe entenderse fácilmente y con rapidez. Así, muchos de los ejemplos mencionados han participado exitosamente de concursos nacionales, recomendado utilizar un «zoom» para mostrar propiedades particulares y recurrir a textos breves.

5. Sostenibilidad en ámbitos no industriales

Hay productos que en su producción pueden ser sostenibles pero no lo son publicitariamente, y hay productos que publicitariamente son sostenibles y no lo son en su producción. Jorge Frascara, reconocido exponente de la reflexión en el Diseño con Conciencia Social, menciona habitualmente el ejemplo de las publicidades de automóviles que, directa o indirectamente, fomentan la velocidad, la ostentación y/o el lujo mientras se llaman «eco-amigables». La publicidad deja de acompañar al producto, perdiendo su sostenibilidad en la comunicación.

6. Definición de producto sostenible

Una definición de «producto sostenible» podríamos ser la siguiente:

Producto industrial que considera en su creación el impacto ambiental y social, en equilibrio con la economía, sin descuidar el destino final de los materiales luego de cumplirse su vida útil promedio. No se trata solamente de reciclar desechos, sino de utilizar materias primas «sostenibles»¹ manteniendo una ecuación económica rentable y sostenible en el tiempo.

7. Preguntas que debe responder un producto sostenible

Algunas preguntas que se deben considerar: ¿puedo fabricarme a partir de la reutilización de desechos?; ¿qué pasará conmigo después de mi uso?; ¿cuánto ahorro genera mi producción?; ¿qué beneficios le brinda al planeta y a la sociedad?; ¿además del reciclado, que propiedades funcionales y de diseño propongo?; ¿mi diseño contempla la síntesis, la facilidad de producción, de encastres, la economía de recursos y ensambles?

Finalmente, es importante diferenciar el «reciclaje» que puede hacer cada uno en su hogar, del «diseño sostenible» llevado adelante por profesionales de áreas proyectuales. Ser sostenible es preguntarse: ¿a quién y cómo afecto con lo que hago?

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