Acercamientos a la consideración estructural del Diseño

Recientemente he puesto en circulación, como editor y en formato e-book, dos libros sobre diseño. La amabilidad de FOROALFA me permite, a falta de otro formato, publicitar estos libros como un artículo, aunque lo ideal hubiera sido que fueran presentados como reseña por alguien distinto del autor. Sin embargo, y a pesar de que hoy toda publicidad es ya auténtica propaganda (de un sistema de vida sobradamente conocido), intentaré mantenerme próximo al radical sentido de la publicidad: hacer público algo en un espacio público. Incluso procuraré que estas líneas se acerquen más a lo que habitualmente se suele entender por información que a lo que se suele entender por publicidad.

Los dos libros se centran en aspectos estructurales del diseño. La constante psicologización de la apreciación del mundo parece ir dejando de lado toda consideración de los aspectos sistémicos, creando dos ilusiones: la de la autonomía personal en la gestión de las cosas, y la de la ausencia de otras instancias determinantes y gestoras de la realidad distintas de los individuos por separado. Esta consideración general es aplicable igualmente al mundo del diseño. Por esta razón, en los dos libros lo estructural interesa por encima de lo inmediatamente fenoménico, y solo se muestra mediante el análisis o la deconstrucción. Intentan tratar, por tanto, temas más allá de lo instrumental e incluso de lo profesional, pues estas y otras categorías quedan integradas en un sistema de carácter institucional, es decir, socialmente objetivizado y con cierta permanencia, lo que a veces hace que pase inadvertido. Esto no supone una forma de idealismo, pues los elementos de la cotidianidad no quedan suprimidos, sino que están siempre presentes como unidades del sistema, o como ejemplificaciones o testimonios del mismo.

El primero de los libros, «Cinco miradas sobre el diseño», reúne los textos de cinco jornadas organizadas por mí entre los años 2005 y 2010. La metodología y la perspectiva pretendían sobrepasar lo local, y aplicarse a la situación del diseño en general. Se trataban algunos temas considerados urgentes para el momento actual del diseño y poco atendidos por los medios de comunicación, la literatura de diseño o los encuentros de académicos o de profesionales. Para ello se convocó a esos dos colectivos para una reflexión conjunta, intentando salvar una brecha existente entre las actividades y preocupaciones de ambos grupos, y posibilitar una perspectiva política encaminada a la acción en un campo de interés común. En el tratamiento de los temas predominó la función didáctica y dialéctica, y las propuestas se orientaron más al análisis que a la descripción, más a la reflexión que al taller.

Los cinco capítulos de este primer libro llevan los títulos de Diseño y Sociedad (soportes institucionales, relaciones profesionales, asociacionismo, protección legal), Los Objetos (domésticos, impresos, espacios, calle, ciudad), El diseño del Lujo y el Lujo del Diseño (antropología del lujo, exposiciones universales, publicidad, mercado, ediciones), El Circuito del diseño (academia, difusión, profesión, exhibición, premios, museos, crítica) y, finalmente, Hechos de Diseño (complejidad e integración espacio-temporal frente a productos aislados).

Cada tema propone una mirada que le da unidad, pero también la tienen todos en su conjunto. Podría decirse que estas Cinco Miradas son una pequeña fotografía, no poco representativa, de la situación de ese pensamiento académico y profesional en España, de su mayor o menor calidad, rigor, nivel o trascendencia movilizadora, y el lector podrá apreciar que no se trata sino de una situación ya global.

El segundo libro, «Apreciación y Crítica al Diseño», recoge también un conjunto de textos generados en un encuentro del mismo título, durante los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en el año 2010.

En el espacio del diseño, denominado con la metáfora de «circuito del diseño», el eslabón de la crítica —del juicio— es el más débil, cuando no inexistente. En él, y de manera muy generalizada, se produce una doble reducción en el juicio sobre el diseño: por un lado el gusto personal suele ser el único instrumento utilizado para ese juicio, y por otro el objeto de ese mismo juicio se reduce sobre todo a la manifestación estética de los productos, aunque también a unos usos asumidos como obvios. Ambos condicionantes del juicio, gusto individual y limitación a la estética y a la supuesta función, son a su vez construcciones sociales, y por ello conviene encontrar y revisar su génesis.

De los textos que componen el libro, el primero, Tres modelos para el juicio del diseño: texto, función, institución, plantea los distintos niveles de lectura que van desde el objeto aislado a su integración en distintos sistemas superpuestos e integradores. De las industrias culturales a las industrias creativas analiza el paulatino deslizamiento del concepto de cultura, progresivamente reducido primero a ocio-entretenimiento, y finalmente unificado bajo el dominio de las tecnologías, en un conglomerado en que la cultura «solo» es entendida como industria. De ese modo plantea un contexto para el juicio de posibles ficciones o maniobras dentro del diseño. El objeto de consumo expone primero un marco general para los objetos —materiales o simbólicos—, del diseño, y luego los resultados de últimas investigaciones empíricas sobre la imposición de usos en el diseño y las posibles o supuestas transformaciones de esos usos en el receptor. Por fin, De la calle al museo, describe la época de las vanguardias históricas como un espacio de indefinición y tránsito entre el arte y el diseño, en el cual el juicio no tiene aún decidido claramente ni su objeto ni sus parámetros.

Las perspectivas desde diversas disciplinas, lingüísticas, sociológicas, económicas o artísticas, suponen algunos de los posibles intentos para favorecer un juicio expandido, que ayude a superar la reducción a los sesgados e ideologizados juicios tanto desde el uso como desde la estética.

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