Walter Alsina

El tema es muy bueno, hay diseñadores que siempre echan la culpa al cliente y una de las frases más comunes es: «Éste tipo no sabe nada»; pero no se dan cuenta que tal vez esa es la razón mínima y suficiente por la cual hacemos contacto con el cliente y como siempre digo «hay que ser más auto-crítico». Los clientes son los únicos que saben cuál es el problema sólo que no tienen las herramientas ni el conocimiento para plantear una respuesta mejor; ejemplo: un enfermo recurre al médico y éste interpreta signos e intenta aliviar o curar pero no reprocha contra el paciente.

creo es el paso más importante que debe dar un diseñador si es que realmente se propone dar un gran salto, jamás menospreciar al cliente por mas pequeño que éste sea. Debemos diseñar nunca pasando por alto a la mercadotecnia aunque el trabajo se extienda y la ganancia sea poca porque nos ayuda a tener una visión de nosotros mismos hacia donde queremos llegar; de nada nos sirve diseñar y diseñar si lo que diseñamos está próximo a morir y ser olvidado. Aunque el cliente utilice un diminutivo (trabajito).

No me parece que sea malo, lo que si es seguro, es un diseño visionario, con un proceso evolutivo, para un público determinado y como ocurre con la mayoría de los objetos de diseño que tienden a «sintetizarse», por ejemplo: las palabras tienden a sintetizarse en un «mje d txto « (mensaje de texto), quién lo hubiera pensado -mi profesora de análisis literario me pondría cero tiempo atrás antes del celular-.

Tal vez «la visión de este diseño» tenga una relación más directa con un monopolio que con una empresa competitiva.

Los autores emplean mucha energía y tiempo para desarrollar un producto, esto tiene su equivalente en costos, por lo tanto cuesta dinero.

Desarrollar un producto lleva mucho tiempo y dinero; «robar» no cuesta nada.

La diferencia es: se «es» ladrón o se «es» profesional.