Israel Sandoval Díaz

Si, y lo digo con todo el peso de la culpa sobre mis hombros. Las universidades matan la creatividad porque esta no puede ser medida ni calificable de una manera sencilla, como catedráticos siguiendo un reglamento que califica sólo aspectos técnicos y medibles... dejamos la creatividad como un aspecto extra aunado al gusto o capacidad o estilo del alumno, sin ayudarlo a explorar más allá. Aún así vale la pena diferenciar entre «creatividad» y «tacto para el diseño» para entender que es lo que se está matando.

Nuevamente sale a la vista la subjetividad del diseño en los comentarios; el nuevo logotipo en su forma, la abstracción, minimalismo y sentido futurista es correcto; Pero la pérdida de legibilidad del nombre de marca (cuando es lo que se ha posicionado por décadas) es lo que mata totalmente el proyecto.

Difiero bastante; creo esta definición de ser buen diseñador está más enfocada al trabajo artístico que al de un diseñador; en lo personal he realizado diseños que no disfruto pero que son efectivos, funcionales y que generaron los resultados esperados; a mi parecer en la funcionalidad y resultados es donde está lo de ser buen diseñador.

Estoy totalmente de acuerdo con la regulación de la profesión; aunque he participado en varios intentos por crear un «Colegio de Diseñadores» en el que se ha fracasado, tal vez por que el perfil del diseñador lo deja con poco interés emprendedor y empresarial; y más egocentrismo «artístico» por desarrollar sus propias reglas a su manera.

Coincido en que una cédula profesional no avala un buen trabajo de diseño, pues todos conocemos casos de «LDG's» que no tienen idea de como resolver un problema visual y gente de otras áreas que tiene más ética y profesionalismo que un diseñador.