Relecturas del Diseño
Una inmersión en el discurso sobre el diseño para despejar sus nociones más controvertidas: creatividad, innovación, arte, tecnología...
20 horas (aprox.)
Enero
Córdoba
Argentina
Fernando Fraenza es arquitecto, docente, con 43 años de trayectoria. Reside en Córdoba (Córdoba), Argentina. Es especialista en Teoría del diseño. Ejerce la docencia en Universidad Nacional de Córdoba. Tiene interés en Arquitectura, Diseño Audiovisual, Diseño Gráfico, Diseño Industrial, Urbanismo, Comunicación, Ilustración, Paisajismo. Fernando está en FOROALFA desde 2008.
Nace en Córdoba en 1963. Estudia artes en la Universidad Nacional de Córdoba (Licenciatura en grabado, 1989). Es merecedor de la Beca Antorchas para estudios de perfeccionamiento en el extranjero (1991, Concurso de becas y subsidios para las Artes, Fundación Antorchas, Buenos Aires). Obtiene el grado de Magister en diseño (Universidad del Bío-Bío, Chile). Obtiene el grado de Doctor en bellas artes (Universidad de Castilla-La Mancha, España). Es profesor titular de las Cátedras de Problemática general del arte y Visión1 en la Facultad de Filosofía & Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba. En los últimos años ha sido co-autor de los siguientes libros:
2009 | Fernando Fraenza, A.de la Torre & Alejandra Perié, Ver y estimar arte apreciándonos a nosotros mismos, a comienzos del tercer milenio, y sobre todo, en regiones periféricas del mundo. Editorial Brujas, Córdoba, 2009, 410p.
2010 | Fernando Fraenza & Alejandra Perié. Diseño, esteticidad & discurso. Editorial Advocatus-Universidad Blas Pascal, Córdoba, 2010, 311p.
2011 | Fernando Fraenza, Manuel Molina & Alejandra Perié, Pintura & aledaños. Editorial Brujas, Córdoba, 2009, 120p.
Jun. 2016 Me gusta el artículo:
Oct. 2013 Me gusta el artículo:
May. 2012 Me gusta el artículo:
May. 2012 Mi opinión en el artículo No es un logo, ¡es un escudo!
Esta pieza de diseño gráfico tiene el mérito de poner de manifiesto el problema diseñil-heráldico que presentan los actuales requerimientos de identidad institucional. Nos hace detener en el problema, nos demora, para que no pasemos directamente -sin chistar- de la heráldica que precede a la era del diseño, atravesando atropelladamente el diseño de identidad institucional, en dirección a un «branding» que se pretende post-diseño. ¡Por fin nos detenemos a pensar el hiato entre la heráldica y el diseño!
Mar. 2012 Me gusta el artículo:
Mar. 2012 Me gusta el artículo:
Mar. 2012 Mi opinión en el artículo El diseño ¿tiene fines propios?
Si, desde luego, tiene fines propios, no se disuelve puramente en los fines de su comitente. Pero lo más importante es analizar articuladamente esos fines o proyectos: (1) del comitente para con el hacer del consumidor; (2) del diseñador para con el hacer del comitente, en su propio beneficio, (3) del diseñador para con la humanidad (usuarios), como ciudadano; (4) del diseñador, asociado a su comitente, para con el hacer consumidor; (5) del diseñador para con el hacere y el creer de sus colegas y del mundo del diseño.
Mar. 2012 Mi opinión en el artículo Los países y las ciudades no son marcas
Creo que no. Más allá de todo lo que -piadosamente- pueda pensarse que es «la realidad» de un país o ciudad (su gente, su historia real, sus recursos verdaderos, etc.), ésta no es sino su representación social, estratégica o aleatoriamente concebida y detentada, hacia adentro y hacia afuera. Somos según nos vemos y, sobre todo, según nos ven.
May. 2011 Mi opinión en el artículo ¿Cómo debe ser una marca país?
La esencia del ser nacional -sea cual fuere- no existe (en realidad ninguna esencia). La identidad prístina no existe. A sabiendas o no, nos vestimos de lo que mejor nos viene. Ese ha sido -siempre- el «concepto clásico de construcción de la marca». Por supuesto, los diseñadores filo-funcionalistas o filo-artísticos (lo mismo da uno que otro) han hecho (inclusive, inconciente e ideológicamente) su propio negocio de representación como diseñadores, omitiendo o ocultando todo interés estratégico; el que, por otra parte, es ineludible.
May. 2011 Mi opinión en el artículo ¿Cómo debe ser una marca país?
No es necesario que sea «original»; más bien «distinta» en algún grado, el deseado o mejor, el más conveniente, desde el punto de mira estratégico. No creo, para la mayoría de los casos, que sea fructífero, y ni siquiera prudente, remitir a imágenes o tradiciones nacionales. ¿Por qué? Se trata de construir una identidad, y no de desnudarse ante los demás. El requisito fundamental es parecerse a las marcas de las organizaciones y comunidades (en este caso naciones) con las cuales nos queremos equiparar, y diferenciarse de todo signo que remita a aquellos a los cuales no conviene asemejarse.
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