Luis Manuel Mejía Ugalde

Ayer mi papá me enseño una lampara que hizo, con pedazos de tuvo, un engrane de lavadora y un par de «artilujios» eléctricos. De haber sabido me quedaba en la casa a aprender de él, o me hubiera metido a medicina, porque, si cada quien tiene su «teoría» cuando «diseña» según se dice, por lo tanto ÉL ES DISEÑADOR. Y no salgamos con que recicla, porque ahora resulta que el diseñador se hace solo cuando usa materiales vírgenes; empieza a sonar un tanto absurdo una carrera que te enseñas cosas que por sentido común harías; entonces, ¿a dónde vamos?, teoría debe ser mas que solo simples deducciones

Dentro del contexto de la ciencia, cuya finalidad es la generación de conocimiento; el termino teoría se establece como esa «frase explicativa» que surge a partir de un sistema de comprobaciones (método científico) aplicado a un objeto de estudio; su «utilidad» radica en la capacidad predictiva. Por lo tanto, el Diseño en sus objetivos debe plantear un acto de esta índole, estableciendo un determinado objeto de estudio. La pregunta es: ¿Qué buscamos predecir y en base a estudiar qué? y si existe una respuesta, ¿por qué el perfil del diseñador se esta centrando en el acto técnico-productivo?.

Entendiendo NOVEDOSO como la calidad de «no visto antes» y lo ORIGINAL como «relativo a lo generado bajo la capacidad inventiva»; el DISEÑAR implica un acto de comunicación (que significa «común»). Y si lo «común» es opuesto a lo «extraño/nuevo» la relación es evidente. Esto revela la necesidad de replantear los objetivos del diseño: ¿Para qué innovar si vas a comunicar?, si innovar es prioritario al diseño ¿qué objetivo es congruente con dicha idea?, ¿cómo establecer los niveles de lo «novedoso»?, ¿tan simple como hacer un empaque «nuevo» de pañales en negro y morado?.... y mas preguntas aun.