Jorge Garcia

Todos los que somos diseñadores estamos sujetos a la modernización de las herramientas con las que desempeñamos nuestro trabajo. Hoy en día cualquiera puede manejar una infinidad de software de diseño a un nivel respetable, sin embargo en la mayoría de los casos el resultado carece de una composición estudiada, no se perciben jerarquías entre los elementos, los colores no cumplen una función específica en el espacio y en general falta lo que llamamos sintaxis de diseño. Entender y sobre todo apreciar los principios de la Gestalt, la psicología del color y las teorías de composición del arte, es lo que nos separa de los pseudo diseñadores.

No sólo es estar en la cresta de la ola tecnológica, también es importante conocer las tendencias y entender su fundamento humano.

Excelente artículo, me quedo con la definición que haces de los primates vírgenes de cultura (que en realidad tienen la propia que no basta para ayudarles a juzgar la calidad gráfica de un diseño).

Caigo en la realidad de que muchos de mis clientes caen en esta categoría de y que al esforzarme por mostrar un diseño basado en las tendencias que puedan aportar valides y calidad gráfica a mi propuesta, sin contemplar la el espectro cultural de mi cliente, simplemente mi propuesta se convertirá en buenas intenciones.

Considero importante conocer y medir al cliente con el objetivo de identificar el anzuelo apropiado que formará parte de la receta visual que le lanzaremos como propuesta.

Enteramente de acuerdo, siendo que la silla ha logrado su propósito de abrir la puerta a su industrialización, llega el momento de cambiarse la cachucha de diseñador y ponerse la de emprendedor. Excelente enfoque hacia los alcances que pueden cruzan transversalmente una buena idea y un gran diseño.