Hernando Rincón Medina

Hola Sergio. Tu opinión es válida, pero creo que el fondo del artículo va en otra dirección. No se trata del uso de los términos, ni de su contexto tecnológico, sino de un cambio en la lógica para las empresas: pasar de buscar cómo impactar y convencer a las personas interrumpiendo sus espacios o su actividad, a ser encontrado y contactado por quienes que realmente buscan sus productos en el momento en que los requieren. Esto realmente puede arrojar buenos resultados para las empresas y también para los usuarios.

Buen tema y buen artículo. El Inbound marketing es un cambio de paradigma bien significativo, porque las marcas pasan de hacer esfuerzos por impactar y convencer (hacia afuera), a compartir contenidos para ser encontradas por quienes buscan el producto, (de afuera hacia adentro). Es esperanzador, porque además de optimizar el retorno de la inversión, hace que las marcas jueguen un papel de productoras de contenido valioso, con autenticidad, pues una empresa ya no tiene que anunciar qué tan buenos son su productos, sino qué tanto sabe y cómo puede ayudar a sus clientes a resolver problemas.

Todo mi respeto para los diseñadores de letras. Es una actividad que combina una presición, sensibilidad y conocimiento admirables. Muy merecido que estén viviendo una expansión significativa en países latinoamericanos.

Claro, Verónica. Eso es cierto y es importante para cualquier profesión y para todos los sectores de la industria. Lo que no entiendo es el propósito del artículo situado en el contexto de la reflexión sobre el diseño.

Con todo respeto por el trabajo de los autores, no entiendo cuál es el propósito del artículo. ¿hacer «quedar mal» a una u otra marca? ¿para qué sirve eso?

Un artículo sencillo, honesto y útil, que recata la importancia de los fundamentos en los procesos de diseño, que son la base de la buena calidad.