E. Asael Hernández

Los problemas están allí, les presento los siguientes links.

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Acá en México cuando hablo con otros profesionales me dicen que no hay de que preocuparse, que la gente no es tonta, que la calidad es muy distinta, mi realidad como empresario ya no como diseñador es que la gente prefiere estos servicios que «lidiar con diseñadores», en efecto la cuota de mercado que quiere diseñadores allí está, pero está en constante reducción, no querer ver esto es una falta de responsabilidad.

Debemos recordar una cosa simple, el mercadólogo es un vendedor, por ende vende mejor su carrera que nosotros, al conocer casos de colegas en distintos países las problemáticas locales al respecto son muy distintas.

En el caso de México se nos olvida el aspecto del nepotismo, la mayoría del empleo es dado a personas cercanas, recomendación y se evita trabajar con desconocidos a menos que sea sumamente necesario, realmente la calidad del trabajo en la mayoría de los casos no importa siempre y cuando se entregue a tiempo, de allí que sean pocos despachos los creativos y exista este sectarismo.

En el saber vender destaca esa labor de educar al cliente para que sepa la diferencia entre un diseño profesional y uno que no lo es.

Es importante que más diseñadores defendamos la profesión de ese submercado del diseño barato que se ha creado, y que mejor que planteando a los clientes lo que es el verdadero diseño y los beneficios que este trae.

Creo que Felipe Fica le dio al clavo, en efecto, más que enunciados impositivos que determinen quien si y quien no puede ser diseñador sería más como pecados de los diseñadores, y es allí donde es delicado plantearlos como máximas.

Porque en efecto, la realidad no es plana y a veces caeremos en tendencias, por ejemplo con lo del arte, existen proyectos donde la ilustración ya no se sabe si es arte o diseño, ser poco propositivos es fácil cuando el cliente no paga mas propuestas... y así nos podemos seguir con aspectos que hacen romper los enunciados enfrentados a la realidad imperante.

Ya antes varios autores han tratado de definir con precisión y clasificar los signos y símbolos, desde los trabajos Otto Neurath que nos heredó términos como «Isotipo» hasta algo tan refinado como esta clasificación de Megatipos, me parece excelente que se siga contribuyendo de forma concienzuda y bien fundamentada.

Nuestra carrera es tachada de laxa por la falta de sustento teórico sólido, y entre clientes de otras carreras he visto su reacción ante neologismos mal fundamentados como «fotoilustración» o el caso reciente de «electropintura», donde incurrimos en una falta de investigación.