Alejandro Díaz

Llámenme ignorante o inculto, pero cada vez que leo al Sr. Chaves –a quien respeto– siento que retrocedo en el tiempo a los días en que el diseño tenía que ser lo más confuso e inexplicable posible para asustar al cliente y hacerlo pagar millones. No me gusta hacer comparaciones pero autores en temas de diseño como Meggs, Heller y Vit encuentran el éxito funcional y lúdico para sus publicaciones en la sencillez del lenguaje que utilizan. Fuera de eso es muy interesante el tema y añadiría la percepción de la comunidad como otro factor de identificación (que puede ser voluntaria e involuntaria).

Uno de los principales errores que se comenten en los programas de diseño de universidades latinoamericanas es eliminar cursos interdisciplinarios que enriquecen el acervo cultural del alumno. Cuando la universidad proporciona una educación integral que va más allá del branding, teoría del diseño, publicidad y tipografía es cuando se comprende el valor de la colegiatura (o matriculación) que uno está pagando.

Más que un plagio para mí es una casualidad, ya que esas curvitas súper genéricas pudieron haber sido utilizadas de la misma manera en innumerables ocasiones antes de estos dos casos. Plagio es algo más del tipo de este caso: Enlace