Alejandro Cabrera Avila

Es un buen ejemplo y es muy simple. Nuestra preparación profesional a la que hemos llegado, tiene un valor incalculable, de por lo menos, 20 años de estudio e investigación (que inicia desde el nivel primario hasta el nivel superior; y ya ni hablemos de posgrados). Por lo tanto, cualquier tipo de creación intelectual -y su ejecución técnica-, que nos sea comisionada o no, debe tener una remuneración económica justa.

El símbolo anterior poseía carácter. El efecto cromado es sólo una moda. El nuevo carece de personalidad. En mi opinión, solo hubieran suavizado ligeramente los trazos angulosos del anterior para modernizarlo y hacer sólo unos pequeños ajustes formales. La tipografía me parece muy débil.

Felicidades. Excelente solución. Pregnante, eficaz, elegante, de gran contenido.

Por otro lado -y ya que el aspecto político, social, cultural y económico es el motivo de esta creación-, con tantos problemas graves por los que atraviesa el país en este momento, realmente no hay nada qué celebrar.

La idea es muy buena, pero carece de síntesis.

Creo que uno busca innovar incoscientemente en cada proyecto que desarrollamos. Tratamos siempre de encontrar o aportar una solución eficaz a nuestro mensaje visual, que lleva implícito todo nuestro potencial creativo, y que al añadirle audacia e inteligencia puede dar como resultado ese concepto innovador.