Ferrera sobre Bimbo contraataca (27068)
Diálogo iniciado por Luis Ferrera en el artículo Bimbo contraataca
Hace algunos años trabajando para Bimbo en Argentina algún gerente me contó de donde venia el nombre y lo increíble de que una palabra que en California significa justamente mujer de la calle (no sé si será verdad pero lo decian en la propia empresa) era porque el fundador había tenido una amante en USA y la llamaba así «mi Bimbo» y le puso ese nombre en honor a ella, que evidentemente hacía muy buenos sandwhichs. Lo fascinante es como pudieron asociar ese osito tierno a ese nombre, genialidades del marketing o caprichos del dueño...
Suena más a leyenda urbana que a un hecho de la vida real. En una entrevista para Milenio Televisión, uno de los fundadores narró la historia de la compañía y es una de mucho trabajo y visión de negocios. De tomar riesgos altos apostando al crecimiento y desarrollo de la empresa.
Mi tema es más en función de cómo las empresas deben considerar los códigos culturales y siempre que sea necesario, adaptar el mensaje al mercado destino y evitar repercusiones por una visión aguda del entorno.
Bimbo es un nombre que nace de la improvisación. Al querer registrar la marca original (que desconozco) se encontraron con que era propiedad de alguien más, así que optaron por fusionar las palabras BamBI y DuMBO para crear un nombre original, es decir, no registrado.
Bimbo en idioma italiano es el nombre que se le da a los bebés grandecitos, como de 3 años... antes de ser bambino un chico es bimbo...
Juan, leyenda urbana o no (la verdad que nadie sabe de donde viene el nombre) para muchos norteamericanos Bimbo significa eso, lo cual no hará de ninguna manera (creo) que dejen de comprar el producto que ciertamente es muy bueno.