Vic Montecino

No he podido evitar relacionar lo que iba leyendo con la escuela donde estudié. Al menos en su momento -hace unos 8-10 años- mi escuela suspendía todas estas "normas". ¿Pero qué esperar de las escuelas cuando aún hay empresas ancladas en el pasado con sus Corel Draw? Al fin y al cabo, nos preparan para trabajar en esos sitios y quien sabe cuantos llegaremos a crear diseños para aplicaciones o para webs. Precisamente hice un cursillo de diseño web y yo era el que lo petaba sólo por el diseño, así que tan mal no estará.

Es importante no olvidar esos orígenes, esa proporción áurea, ese dadaísmo, esos primeros Macintosh... Pero está claro que el ya presente está en el día a día, las escuelas de diseño van por detrás y el que se lo encuentra después es el alumno, que ha invertido años de su vida para darse cuenta que no sabe hacer la "o" con un canuto.

Por lo tanto, con los tíos mejor no meternos.

¿Pero esto es posible mientras la gente piense que lo que hacemos puede ser realizado por "el sobrino que sabe usar el Photoshop" (en el mejor de los casos)? La mentalidad de la gente, al menos en este país, tiene estos fundamentos: el (buen diseño) vale dinero. Y es difícil convencer de que ese plus económico debe ser parte del proceso y no verlo como un añadido.