Sharon Domínguez

Jajaja, me parece muy real tu artículo. Es toda una aventura trabajar con alguien y lograr descifrar lo que existe en su mente. Pensemos que esos detalles hacen también interesante y divertido nuestro trabajo. Si todos nuestros clientes fueran iguales llegaríamos a aburrirnos sin nuevos retos también en las relaciones sociales.

Hace unos días escuché en un programa de radio sobre comunicación que obviamente las redes han cambiado nuestra forma de relacionarnos, hace años se pensaba en estatus social, después en el trabajo que la persona tuviera y hoy las personas acuden a los perfiles en redes para conocer a las personas. Es difícil imaginar nuestro mundo sin las redes!

«La innovación constante es la única forma de mantenerse competitivo, porque ninguna ventaja es sostenible en el largo plazo.«

Jorge González Moore

Estoy de acuerdo contigo en que las redes sociales son los medios que sirven para que el público conozca el alma de la empresa, porque estas plataformas han permitido una transparencia que logra una imagen cercana y accesibilidad con el cliente; un aspecto que antes no existía y que debiera aprovecharse en su máximo potencial hoy.

Considero que cada quien es lo que quiere ser. Quien quiera ser excelente, solicitado en su trabajo o un buen diseñador como lo planteas, buscará evaluarse no solo con su trabajo, sino también con personas competentes en su entorno. Es cierto, debemos respetar el trabajo de nuestros compañeros y no tacharlo de mal diseño, sin embargo, después de establecer nuestras ambiciones en la vida, considero que debiéramos medirnos con quienes tengan el mismo perfil que nosotros.

Esta es la crítica que se hace siempre sobre cuánto conoce la gente sobre nuestra profesión y cuánto es responsabilidad de nosotros que ellos nos conozcan. Tu propuesta me gustó, que nosotros salgamos a vender nuestro producto. Creo que es nuestro compromiso lograr que nuestro entorno este mejor estructurado y diseñado gracias a nuestro trabajo. La calle está llena de comunicación visual mal hecha, que podría dejarnos muchos beneficios en muchos sentidos, si intentáramos involucrarnos en su mejoramiento.