María Angélica Mercado

Me acuerdo cuando estudiaba que llamábamos a ese retoque de la curva no perfecta geométrica (tratada manualmente) « retoque de efecto óptico» ya que una vez constituida morfológicamente toda la imagen, visualmente no se leía. Solo haciendo un zoom con lupa o con mayor tecnología podía verse «el disimulado error». Entre lo gestual y lo geométrico había una comunión y los diseñadores de tablero teníamos«ciertos permitidos» desde el dibujo.

Pensemos que hay una nuevo atravezamiento académico.

La vida académica y la práctica docente se ha extendido a las redes sociales.

No comprendemos aun la finalidad de este servicio, solo interactuamos por mímesis de la misma forma que lo hacemos con la imagen pero... ¿Podrían aparecer nuevos obstáculos de la práctica docente?.

¿Si hay que estar o no en las redes sociales?, todavía no hay respuestas.

Esta nueva experimentación despersonaliza otros sentidos que comunican tanto como las palabras. La palabra escrita es limitada y a veces podemos ser «prisioneros del lenguaje«como dice Heidegger.

Evidentemente un paso necesario es la conexión que pueda brindar a los diseñadores la Universidad con el medio empresarial, fomentando el conocimiento de la profesión y haciendo de nexo entre la disciplina y el mercado.

Es verdad que como el arte al diseño, la práctica profesional aporta otra didáctica más

a la enseñanza.

También es muy oportuno destacar que las carreras de formación docente ayudan a

capacitar a los profesionales que desarrollan tareas educativas, mediante seminarios de investigación, métodos desarrollados de evaluación, talleres sobre los propios análisis de las prácticas docentes y demás voces sobre teóricos de la pedagogía y la didáctica que consiguen revelarnos caminos más seguros para transmitir a los educandos.