Juan Pablo Salamanca

A primera vista, lo que se comprende es que Colombia debe leerse de otro modo (CO) y esto implica un primer riesgo cual es sustituir nombre (poco aprovechado) por dominio, cosa que nos reduce a un tipo de identificación asociada a la web. Si se busca hacer síntesis, la vía nominal no es el camino adecuado; para ello está el desarrollo de la parte formal que bien puede ser dada por el símbolo. Para este caso la imagen no es más que un simple juego geométrico cuyo discurso se pasa de abstracto, y que apela a 6 versiones más «legibles», lo que le resta poder de significación a la marca principal.

Creo que la ruptura fundamentalmente está en saltar del valor tipográfico al grafismo abstracto propiamente dicho. Es un salto osado que si logra mantenerse con determinación, muy fácilmente se instalará en la mirada de los usuarios de HP.

Me parece que igualmente con esta imagen se busca establecer una integración a la dinámica visual de los objetos: impresoras, ordenadores, etc. antes que adquirir una interpretación literal de la marca que ya, por el solo nombre, se encuentra claramente posicionada en el mercado. No solo leemos letras, leemos signos y fundamentalmente imágenes.