Mónica Robles

Pienso que te acuerdas de ambos: del bueno y del malo; y ambos enseñan. Cuando inicié mi carrera de diseñador, la inicié como docente, muy pronto reconocí que no basta ser buen diseñador, saber de diseño, teorías y corrientes, si no que hacían falta más elementos que pudiera aplicar en mis clases. Inicié mis estudios en educación y aprendí que un profesor no «vacía» conocimientos, que un alumno también debe hacerse responsable de su propio conocimiento y que todos aprendemos y enseñamos de diferentes maneras.

Es cierto, yo tuve la oportunidad de trabajar en el rediseño de Antigua Cruz con Umverto en su despacho, el cliente escatimaba mucho en la inversión y continuamente cerraba sus espectativas a novedosas propuestas de logotipo y envase, me agrada, hay muchos tequilas con envases aperfumados como Centenario y me parece que el envasado para su transportación no puede ser problema, ya que se basa en la geometría, muy bien!

Claro que es natural mostrar con el ejemplo, como es natural investigar, en voz de Norberto Cháves y su modelo para la generación de la imagen corportiva, los análogos y discursos preexistentes, nos permiten observar tendencias y reinventar lo existente. En enseñanza see one, do one, teach one es una buena forma de aprender

Aguascalientes es un lugar pequeño dentro de México, el problema del empleo para un diseñador se complica con una sociedad que desconoce la disciplina y te encasilla en un buen dibujante. Como profesora la pregunta era constante de parte de mis alumnos: ¿se puede vivir del diseño? Algo interesante que maneja Tapia es eso, crear la necesidad del diseño en la sociedad es tambien tarea del diseñador. No hay que esperar que un buró te acepte, hay que generar el propio trabajo, buscando el bien de los demás. Crea, inventa, reinventa, imagina, dalo a conocer, publicate, como Dr. Morbito, como muchos en noquedanblogs.com. Sí que hay trabajo y mucho por hacer.