Elsy Anabel Serpas Montoya

Una reflexión interesante y positiva, considerando q en temas empresariales muchas veces se olvida el lado humano de las personas; se nos olvidad q antes de ser profesionales somos personas y q nuestro trabajo depende en gran medida de nuestra valoración propia como personas; y de cuanto nos hacen sentir bien.

Comparto con Mario el enfoque del artículo, acertada la percepción y no dista mucho de la realidad; sobre todo porque es un reto para el diseñador, desde todo punto de vista, hasta en el tema de presupuesto; ya que uno debe ingeniárselas para saber hasta cómo cobrar y lograr que paguen...Tanto en las macro y micro empresas hay de todo, tanto clientes respetuosos y responsables como clientes que no valoran el trabajo y simplemente lo dejan a uno colgado con las propuestas.

Definitivamente más que una solución, puede contribuir cuando menos a que los profesionales tomemos conciencia de nuestro trabajo y del valor que éste tiene; y que los clientes sepan diferenciar ese valor. En nuestro país el tema esta aún en pañales, sin embargo, es una iniciativa que ya se ha tocado y se quiere implementar. Creo que los que somos diseñadores apoyamos esto; los que se dicen serlo, no verían con buenos ojos una colegiación de la profesión.

Considero que sí es importante tener experiencia en el campo laboral, sin embargo coincido con la opinión de alguien que menciona que la parte pedagógica tiene mucho peso en esto; la educación va más allá de saber sobre un tema o ser un buen profesional; implica formar personas íntegras, con conocimientos sobre temas de diseño, pero también con herramientas para poder enfrentarse en el competitivo mundo laboral.