Rique Nitzsche

Sí, tus pensamientos son sinérgicos con los míos. No es que sean similares, pero tanto el diseño como el arte nacieron de la capacidad creativa de la especie humana. El diseño ha venido antes. El arte es diseño en origen. Sin embargo, el diseño es tangible y el arte puede ser intangible. Hoy, el arte no está comprometido con la estética, sino con el impacto psicológico. Puede consultar esto en esta Biennale di Venezia, que comenzó en mayo y se extiende hasta noviembre de 2019.

Sí, sus argumentos están alineados con el artículo y con mis pensamientos. Oscar Wilde, en el prefacio de su novela, dijo: "Un hombre puede ser perdonado por hacer algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para haber hecho algo sin sentido es admirarlo intensamente. Todo arte es absolutamente inútil ". El psicólogo Steven Pinker, por otro lado, dijo que "la misma futilidad del arte lo hace tan incomprensible para la biología evolutiva y lo hace muy comprensible para la economía y la psicología social". Aquellos que tienen suficiente dinero compran arte para inversión y estatus social. El arte también se puede entender con la función de unir a la comunidad, ayudándonos a ver el mundo desde nuevas perspectivas, ofreciendo una sensación de armonía, permitiendo la experiencia de lo "sublime". Ya diseño, busca resolver problemas reales y poner algún tipo de orden en el mundo. El arte que siempre ha estado vinculado a lo bello se está convirtiendo en una industria de generación de valor simbólico, despidiéndose de la estética para invertir en acciones de impacto psicológico que justifiquen precios exponenciales.

Querida Erika, muchas gracias por tu opinión. Pero el mundo en el que vivió Aristóteles dejó de existir hace miles de años. En aquella época, el concepto de la palabra "arte" estaba más cerca de lo que hoy conocemos como "diseño". Las teorías de Aristóteles han sido aceptadas como paradigmas durante miles de años y solo han sido científicamente obsoletas por Galileo y Newton. Analizado por observadores del siglo XXI, el filósofo podría ser reconocido como misógino, racista y eslavocrático, al igual que sus compatriotas de la época. También creía que las mujeres eran hombres deformados y tenían menos dientes. A pesar de esto, se cita hasta el día de hoy. En cuanto al arte contemporáneo, en 2004, quinientos profesionales del arte británico fueron retados a elegir la obra de arte más influyente del siglo XX. Eligieron una escultura que nunca vieron: la Fuente de Marcel Duchamp. Ninguno de ellos estuvo presente antes del verdadero trabajo que se convirtió en un mito. Todos vieron copias: una foto en blanco y negro, o una de las pocas réplicas creadas a partir de la foto de la época: un orinal de porcelana industrial de uso común en baños de hombres, firmado en negro "R.Mutt 1917". El meador era un objeto en busca de una conmoción. Moraleja de la historia: en filosofía o en arte, lo que importa no es la verdad sino la narrativa. Perdona mi mal español.